La Liga de Don Carlo

Llegó casi de puntillas para ocupar un banquillo con el que ya no contaba y se ha convertido en el pilar fundamental de un grupo campeón. El triunfo de un gran entrenador que se comporta como un tío normal, que reconoce los errores que comete y que pone siempre en valor el trabajo de los futbolistas por encima del suyo. A expensas de lo que pase el miércoles ante el City, el mérito de Ancelotti durante toda la temporada es tremendo.

Ha contado con los jugadores que le ofrecían máximas garantías, aguantando la presión de los que le martilleaban con las rotaciones y tapando a algunos de sus futbolistas que han tenido comportamiento poco profesional durante la temporada. Se ha convertido en el portavoz ideal del club de fútbol más seguido del firmamento, representando como nadie los valores del escudo que lleva en el pecho.

En una época de mucho técnico malencarado y milonguero, es bueno para el fútbol que un tipo como Carletto gane y haga historia. Ser una persona educada no es incompatible con ser un grandísimo entrenador, de los que además siempre han tenido mayor predicamento en este club: tipos que saben mucho de fútbol, que controlan a la perfección el entorno de la entidad y que saben que los jugadores son el aval fundamental del club. Impagable Carletto. Enhorabuena.