Decantar la balanza con confianza

Se viene hablando bastante durante los últimos días del poderío del Real Madrid en Champions League. De cómo eliminó a PSG y Chelsea. De su capacidad para resucitar cuando parece estar fatalmente herido y terminar levantando la Orejona. Nadie lo ha hecho tantas veces. El Villarreal deberá hacer frente a una mentalidad similar en su semifinal frente al Liverpool, un equipo acostumbrado al éxito en las últimas campañas y con actuaciones y resultados memorables como aquel 4-0 en Anfield en la semifinal contra el Barcelona en 2019. O como las Copas de Europa conquistadas en Estambul y en Madrid.

Es cierto. Los groguets han perdido el factor sorpresa después de deshacerse de Juventus y Bayern, pero los de Emery pueden aprovechar esas dos eliminatorias para dar un paso más allá. A estas alturas del torneo no se llega por fortuna precisamente y en Anfield están avisados. Se trata de complicarle la vida al rival, de minar su confianza mientras se refuerza la propia. De que el oponente crea en sus debilidades y tema los puntos fuertes del otro. Que las piernas que tiemblen sean las de las medias rojas y no las amarillas, y dar la puntilla como ya hicieron en Turín y Múnich. Cuando Moreno y Chukwueze marcaron en ambas plazas, los gigantes se hundieron frente al Submarino. No dejaron opción a réplica alguna y salieron victoriosos.