MotoGP busca patrón
El Mundial de MotoGP celebra su quinta cita, todavía con pocas pistas sobre quién puede ser el amo de esta edición, sobre cuál puede ser el duelo del campeonato… La categoría reina anda aún a la búsqueda de patrón. No lo está siendo, de momento, Fabio Quartararo, el vigente campeón, que alterna la confusión sobre su futuro con una desconocida improductividad. No lo es, tampoco, el anterior titular, Joan Mir, aunque es cierto que las dos Suzuki sí están colocadas al acecho, con Álex Rins como virtual segundo y con la experiencia de saber pescar en río revuelto. No se le puede colgar esa etiqueta, todavía, al actual líder, Enea Bastianini, por mucho que haya ganado dos de las cuatro carreras, y por mucho que Carlo Pernat, el descubridor de Rossi, Simoncelli y Capirossi, haya avisado en AS de la seriedad de su candidatura. A todos ellos hay que tenerlos en cuenta, claro que sí. Pero también a otros como Aleix Espargaró, que este año ha estrenado a Aprilia y se ha estrenado a sí mismo. O a alguna Ducati que pueda enlazar una racha como la de Pecco Bagnaia en 2021.
Tampoco me olvido de las Honda, faltaría más. En realidad, el patrón ideal es de sobra conocido, avalado por sus seis coronas, por su clase y por su carisma. Obviamente, me refiero a Marc Márquez. Antes o después, el Mundial romperá por algún sitio. Y el pálpito es que Marc no ha dicho su última palabra. Sus actuaciones provocan incertidumbre por su diplopía, ese problema de visión que regresa con las caídas. El sábado se golpeó de nuevo la cabeza y saltó la alarma. El impacto no fue tan grave como en Indonesia. "Me he dado en el casco, que para eso está", bromeó Márquez, que saldrá noveno en Portimao. La fresca imagen de su remontada en Austin, de la 24ª plaza a la sexta, despierta el deseo de un show similar en Portugal. Con el Mundial totalmente abierto… en busca de patrón.