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Ganar en Miranda y luego ya veremos

Valladolid

Al Real Valladolid parece que le han entrado las prisas, lógico. Se acabó el margen de errores, ya no se puede fallar más. Ya hablan los futbolistas de ganar los seis partidos que restan para asegurar la permanencia. Dicho así, suena bien, pero parece que estamos más centrados en los deseos que en lo más probable y real. Puede pasar, claro que se pueden ganar los seis partidos seguidos, pero los precedentes de esta temporada chocan de frente con esa posibilidad que tanto nos gustaría ver a todos. Vayamos al terreno real.

Soy más de ganar de momento en Miranda y ver como termina la jornada. Y después ya pensaremos en el filial de la Real Sociedad. No es que no quiera que se ganen los seis partidos, por supuesto que quiero, los seis y los 38 de la próxima temporada en Primera, pero veo más factible pensar en acabar primero o segundo, independientemente de cómo se desarrolle todo para poder lograr el objetivo. Si fallan los rivales y el Valladolid gana un poco menos pero termina primero o segundo, también me vale.

Por tanto, vamos primero a lograr la victoria en Miranda, que no será nada sencillo y confiemos, que confío, en que el Málaga sea capaz de hacer tropezar al Éibar para terminar la jornada en posición de ascenso directo.
Y como los precedentes de las salidas a Amorebieta, Fuenlabrada, Burgos, Malaga, Zaragoza, Ponferrada… son esclarecedores, pongámonos en serio aviso antes de visitar a un rival que viene jugando bien y que aunque no se juegue nada, no va a dar ninguna facilidad. Y será capital dotar al equipo blanquivioleta de una seriedad en defensa que últimamente se ha perdido. La casa la empezamos por los cimientos y ha llegado el momento de dejar de hacer regalos y concesiones al rival.

El Mirandés es un ejemplo de buena gestión. Un club modesto que cada año se reinventa y que siempre consigue tener en su plantilla jugadores de nivel y que pasan por Miranda buscando su definitivo trampolín. Marcos André es un claro ejemplo de ello. Y como él, muchos más, Merquelanz, Guridi, Antonio Sánchez, Malsa o el mismo Andoni Iraola que entrena al Rayo en Primera División. Ahí, al frente de todo eso, aparece la figura de Chema Aragón, un vallisoletano que ha demostrado que con pocos mimbres y sin hacer demasiado ruido también se puede hacer un buen cesto. Ojo al Mirandés, salvemos este obstáculo y pensemos después en lo que vendrá detrás. Que no ha demostrado el Valladolid estar para sacar pecho antes de tiempo. Miranda, Miranda y Miranda.