El potencial europeo de la ACB

Desde 2017 hasta la fecha, los equipos españoles han ganado al menos un título europeo cada temporada. El año no ha sido elegido al azar, porque es el punto de partida de la Champions de la FIBA, el tercer torneo continental en liza. Desde entonces coinciden tres competiciones, con la Euroliga en el trono estelar de la vieja Copa de Europa, y la Eurocup como trampolín a esa máxima categoría. En todas ellas ha habido algún campeón español en este periodo de cinco años, e incluso en aquel 2017 coincidieron dos: el Unicaja en la Eurocup y el Tenerife en la Champions. Luego vinieron la última Euroliga del Real Madrid, en 2018; la cuarta Eurocup del Valencia, en 2019; y las dos Champions del Burgos, en 2020 y 2021. Cinco equipos diferentes para un total de seis títulos. Éxitos repartidos. El dato demuestra un par de cosas. La primera, obvia, es el amplio potencial de la ACB en Europa, que sobrepasa el binomio clásico del Barça y del Madrid. Y la segunda, que el baloncesto genera espacios para que ciudades y aficiones menos habituales puedan llevarse algún alegrón.

Ese potencial tiene un reflejo palpable en el presente curso, en el que la Liga española parte en cabeza para levantar los tres trofeos, un hecho inédito. La Euroliga inicia este martes los cuartos con dos españoles, Barça y Madrid, más que ningún país, y con los azulgranas como favoritos tras liderar la fase regular. La Eurocup, que inaugura sus octavos a partido único, vive una situación similar, con cuatro equipos de la ACB, Joventut, Gran Canaria, Valencia y Andorra, también más que nadie, todos con un factor cancha inicial que la Penya mantendría hasta la teórica final. La Champions, por último, celebrará su Final Four en Bilbao, del 6 al 8 de mayo, con Manresa y Tenerife en cada semifinal. Luego puede pasar cualquier cosa, esto es deporte. Pero son datos objetivos. El triplete es posible.