La NBA llega a su fase decisiva, la más trepidante. Este martes comienza el play in, que completará con cuatro equipos, dos por Conferencia, el cuadro de los play­offs, que arrancarán el sábado. Al fondo asoma el anillo, como muy tarde el 19 de junio. El final de la liga regular vino con una noticia cantada: el despido de Frank Vogel como técnico de los Lakers, después de una sonada eliminación en la que cuelga el cartel de fracaso. No es la primera vez que el equipo angelino se queda fuera de los play­offs, de hecho enlazó seis ausencias no hace mucho, de la temporada 2013-14 a la 2018-19, esta última ya con LeBron James en sus filas. Pero el batacazo ha sido especialmente inesperado y doloroso, sólo dos años después de la conquista del título, ya con Vogel a los mandos, y con un Big Three que, golpeado por las lesiones, no ha podido exprimir sus excelencias: LeBron, Anthony Davis y Westbrook. Nadie podía imaginar que un elenco liderado por este tridente pudiera descarrilar de esta manera. La destitución de Vogel sólo es la primera consecuencia. Se espera un tsunami en California.

Así, sin sus míticos Lakers y sin el mítico LeBron, empieza la lucha por el título. Los Phoenix Suns (64-18) parten en la pole, delante de unos sorprendentes Memphis Grizzlies (56-26), los dos equipos con mejores balances, ambos del Oeste. Los jugadores españoles han tenido poco protagonismo durante el curso después de la lesión de Ricky Rubio. ¿Podría haber un campeón de la NBA? Por poder, podría, porque andan desperdigados por varios equipos clasificados, pero con poca aportación. Los propios Grizzlies tienen a Santi Aldama. Y los Milwaukee Bucks, que defienden corona, a Serge Ibaka. A falta de estrellas propias, la afición ha adoptado a Luka Doncic, que ha cubierto una brillante campaña en los Mavericks, con un lunar: se ha lesionado en el último partido… y Dallas tiembla en vísperas de la gran batalla.