El Real Valladolid tiene el ascenso en su mano
No depende de nadie. Mañana, ante el Almería llega la primera gran oportunidad para los de Pacheta de pegar un golpe doble en la competición, ganando y sumando tres puntos y dejando frenado a un rival directo como es el Almería. La siguiente jugada que vale doble será la de dentro de unos días en Ipurua ante el Éibar. Esos golpes directos al rival servirán para abaratar el descenso. La cifra tiene que estar en torno a los 79 puntos. Es decir, a los pucelanos les faltan quince por sumar. Cinco victorias pueden valer pero será todo más sencillo si se ganan los duelos ante andaluces y vascos. Los siete partidos que faltan son finales, los de Almería y Eibar son mucho más que eso. Son partidos que hay que ganar o, en el peor de los casos empatar. Perder ante el Almería sería quedarse a cuatro puntos de los de Rubí, con el gol average perdido y con la moral por los suelos. Ganar, ponerse por delante y pegar un golpe en la mesa monumental. Empatar dejar las cosas como están, quedando un punto por detrás y con peor calendario. Hasta el más tonto se da cuenta de la importancia del partido de mañana.
Es urgente dejar a un lado lo de Sergio León. Es una indecencia y no hay por donde cogerlo. La situación invita a pensar mal. No se puede resolver un asunto de octubre, ahora. Y no se puede castigar deportivamente, alterando la competición, beneficiando a unos equipos claramente, por un hecho aislado, fuera del partido y que, aunque no haya estado bien, no me parece para nada tan grave. Además hay una clara provocación. No justifico la actuación de Sergio León, pero esta situación es una aberración. Dicho esto, a olvidarse y a ganar al Almería.
El Real Valladolid tiene plantilla y calidad para ganar el partido y para conseguir el ascenso. Su gran enemigo es él mismo. Debe dejar de regalar en defensa, se necesita orden, concentración, templanza para no dejar al equipo con diez o cometer un penalti innecesario. Si todo eso se logra el resto se puede conseguir.
Es el momento de la afición también. Excelente como siempre el comportamiento de las Peñas estando al lado de los jugadores. Pero todo lo que no sea un campo casi lleno será un mal planteamiento del club. Mañana sabremos si la política cicatera a la hora de tratar de llenar el estadio da resultados. Mi pronóstico, emitido el lunes en La Cadena SER es que la campaña era errónea si lo que se quería era llenar el Zorrilla. Ojalá me equivoque, pero no estamos para experimentos. Hay que tratar de llenar las gradas de verdad, con fórmulas que han funcionado en el pasado, no con ofertas más propias de un hipermercado que solo piensa en el negocio. Mañana saldremos de dudas y el lunes haremos juicio de valor.