Orgullo, pasión, sentimiento... y respeto

A centímetros del balón, a décimas de una buena decisión, a un toque de precisión en los metros finales, así de cerquita vi la posibilidad de que el Atlético llevara la eliminatoria a una justa prórroga. Tan lejos tras el sorteo y tan cerca en la noche del miércoles. Dejando de lado la posesión, después de los 180 minutos, sumando acercamientos y disparos, ese habría sido el resultado más justo demostrando que el plan del Cholo estaba bien diseñado. Analizando la ida, quizás ahí si pueda entrar el debate de que nos faltó jugarles algún ratito sin complejo en el Etihad. Debates futbolísticos que no traspasan la línea del respeto, la de los códigos que hay dentro de mi profesión, esa línea que no recuerdo que cruzase el Simeone. Un entrenador que, aunque su equipo haya superado al contrario, siempre argumenta la contundencia y eficacia del rival para no restarle ningún mérito.

Entendería la frustración del aficionado, la discusión de barra tras una decepción con su equipo, pero no comulgo con algunas que vienen de profesionales del fútbol. Por supuesto que puede gustar más otra filosofía, pero no comparto los adjetivos (algunos camuflados) que utilizan los de tu gremio para definir tu trabajo. Me escoció escuchar prehistoria, algo que relaciono con la involución o lo obsoleto, para analizar tu impotencia de no encontrar los caminos para hacerle daño a tu rival que, para tu placer, te dio la ansiada pelota y alejó a Griezmann y João a 70 metros de tu portero. O que alguien que no vio cómo estaba Neptuno en las últimas ocho visitas, que ni siente ni padece en rojiblanco, exprese nuestra supuesta falta de alegría tras una victoria. Esto se trata de convencer a los tuyos de que hay muchos caminos para llegar a ganar y que, sin perder tu esencia, habrá días que cambies tu hoja de ruta para adaptarte a los obstáculos que te pueda poner el rival, y no dudes que si ganas todos estarán contentos. Orgullo, pasión, sentimiento y respeto, ese ha sido el resultado de mi resonancia de hoy.