Triple salto mortal sin red del Madrid

‘Hat trick’ del fútbol español. La Selección Femenina ganó 0-2 en Escocia y se metió en su tercer Mundial consecutivo; el Villarreal se metió en semifinales de Champions dejando fuera al Bayern tras una eliminatoria tremenda, de poder a poder, resuelta en el último instante; y el Madrid hizo el más difícil todavía, dilapidar primero el 1-3 de la ida hasta verse 0-3, eliminado. Fue sólo entonces cuando le subió la adrenalina y rebajó la derrota a ese 2-3 suficiente, alcanzado en una prórroga a costa de pasar las de Caín. Otra vez a semifinales, tras dejar atrás sucesivamente al PSG, el coco oficial, y al Chelsea, campeón vigente. Algo extraordinario.

Escribí ayer que al Bernabéu le va más remontar que conservar, y lo entiendo. No es fácil hacer la guerra después de haberla ganado, pero en esa tesitura le ponía al Madrid el resultado del partido de ida en Stamford Bridge. Al revés le pasaba al Chelsea, que salió pleno de ambición y acumuló seguridad según vio que el Madrid sólo quería dejar correr el tiempo. El Chelsea se plantaba en el campo del Madrid, donde planteaba ataques pacientes y ordenados, con movimientos interesantes de desmarque arriba y llegadas desde atrás. Su superioridad fue goteando goles: uno, dos, tres…

Con el tres (tres repetido, pues el Nuevo Testamento se llevó un gol de Marcos Alonso), el Madrid parecía eliminado. Ancelotti tomó una decisión de aúpa: retiró a Kroos y Casemiro. Se la jugó y resultó. Modric (cuyo partido fue excelso) le metió un pase angelical al ingresado Rodrygo y llegó el 1-3. El Chelsea no se afligió como el PSG, mantuvo su entereza, pero el Madrid ya no estaba a su merced, así que no fue raro que se llevara la prórroga. Con angustia, con una defensa que era puro remiendo, pero con esa fe sobre la que ha edificado su mística. “El 0-3 nos ha liberado”, dijo Ancelotti. Buen resumen. Al Madrid lo que le va es remontar.