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Los fallos defensivos conducen al tercer puesto de nuevo

Valladolid

Ha sido una pena. El Real Valladolid ha vuelto a dar un paso atrás en la jornada que concluía anoche con la victoria del Almería ante la Ponferradina. El triunfo de los de Rubi era muy previsible. Los de Bolo están con la gasolina justa y llegaban al Juegos del Mediterráneo con bajas muy sensibles. Lo normal es que el Almería ganara. Y eso obligaba a ganar también al Valladolid para mantener la segunda plaza. Y eso es lo que falló. Más allá de la muy conveniente derrota del Eibar en Ibiza, el tropiezo de La Rosaleda pasa factura inmediata y saca a los blanquivioletas de los puestos de ascenso directo… una vez más. De nuevo, lejos de Zorrilla, apareció la irregularidad de un equipo que solo parece convencer plenamente a Pacheta. Fue muy complicada de digerir la forma en la que el Valladolid encajó sus dos goles. Imperdonable. Está muy bien ser un equipo valiente que vaya siempre hacia arriba y que busque hacer el mayor número de goles posible. Pero también es fundamental tener una sólida estructura defensiva, que en muchos momentos de la temporada ha logrado tener, pero que desde el partido de Oviedo se ha vuelto a perder. No se le puede dar oxígeno a un rival como el Málaga, que se limitó a correr, a pegar y a aprovechar los errores de bulto de su rival. En Málaga se perdieron dos puntos de oro que cambian de nuevo la situación a favor del Almería.

De cara al partido del sábado, hasta ahora el partido más importante de la temporada, los de Pacheta llegan con más presión. El empate le deja Almería por delante en la tabla, con el gol average ganado y con un mejor calendario por delante. El empate a los de Rubi les puede valer. Al Valladolid, en principio no, y eso le obliga a salir a ganar. Y, cuidado, una derrota del Valladolid sería letal. No se puede perder. Esas son las consecuencias de lo que pasó en Málaga, de donde el técnico salió tan satisfecho del juego de su equipo, tan encantado de la vida. Trampas al solitario. Es cierto que, pase lo que pase, nada estará sentenciado. No perdamos de vista al Eibar, bastante atascado en los últimos tiempos y al que el Valladolid tendrá que visitar. Los choques ante andaluces y vascos valdrán más de tres puntos.

Y será importante que el entrenador decida como quiere jugar. La idea de reforzar al centro del campo con un hombre más ha cambiado todo. Ya no hay extremos natos y solo se juega con un delantero. Tengo la sensación de que Pacheta no tiene claro del todo lo que le conviene más a su equipo. Encuentra intocables a Monchu, Aguado y Mesa y eso hace que se juegue de otra forma y se sacrifique a Sergio León. Después está la situación de los extremos. Morcillo cuenta menos, y ahora sin Plano, los galones que gana Iván Sánchez le complica al técnico porque tiene que decidir entre Sánchez, Plata y Toni para dos puestos. Plata, letal por momentos e irregular no parece ser el preferido del burgalés. Cualquier excusa es buena para dejarlo en el banquillo o sustituirlo en el minuto sesenta. No parece que Plata termine de entrar por el ojo derecho de su técnico. A mí, con sus pros y sus contras, el ecuatoriano me sigue pareciendo el mejor. Muchas dudas pero muchas alternativas a la vez. Por fondo de armario no será. Fundamental encontrar la seguridad atrás. Que vuelvan El Yamiq y Javi Sánchez después del despropósito de Málaga. Kiko Olivas no está para jugar ahora y así. Joaquín da una de cal y otra de arena y Josema es una incógnita que no se sabe muy bien porque está aquí si es el quinto en cuestión. Y con todo eso, a un punto del ascenso directo y con la ilusión de ganar el sábado y volver a recuperar la segunda plaza… o la primera incluso si Las Palmas hace un favorcito en Eibar.