El City, ante dos semanas decisivas
Dura pugna. El Manchester City ya no podrá lograr el póker de títulos que a menudo la prensa inglesa vende como objetivo, ya que quedó eliminado de la Copa de la Liga en la tanda de penaltis de la cuarta ronda contra el West Ham. Sin embargo, sigue optando a los tres títulos más importantes y, por lo tanto, a emular al United de Sir Alex Ferguson de 1999, que sigue siendo el único club inglés que ha levantado un triplete de Premier League, FA Cup y Champions League en la misma temporada. Uno de los grandes obstáculos que tendrá para lograrlo —más allá, obviamente, de esta eliminatoria ante el Atlético de Madrid— será la competencia del Liverpool, que se cruza en su camino en los dos torneos nacionales. Y ojo, el calendario ha dispuesto los choques decisivos coincidiendo con la eliminatoria ante los colchoneros. Es algo que debe tenerse en cuenta, ya que el estrés competitivo al que estará sometido el City en las dos próximas semanas será extremo. El domingo 10, justo entre la ida y la vuelta, el conjunto de Guardiola recibirá en casa al de Klopp en partido liguero con el contexto de una clasificación apretadísima: un único punto les separa, situándose el City en cabeza. Y el sábado 16, después de la vuelta del Metropolitano, los dos gigantes del momento en el fútbol inglés se volverán a medir en el Etihad en las semifinales de la FA Cup.
La calidad le pudo a la fuerza. Teniendo en cuenta lo disputada que está la pelea por la Premier, Guardiola no pudo hacer muchos cambios este pasado fin de semana, más allá de guardarse en el banquillo a Bernardo Silva y a Mahrez, que venían de disputar repescas mundialistas cargadas de tensión. Visitaba al Burnley, un conjunto de la zona baja pero especialmente incómodo por su estilo directo y por su extrema agresividad en las disputas físicas. En la primera parte ya dejó encarrilado el triunfo (0-2), que se cimentó en el buen entendimiento de la sociedad De Bruyne-Sterling. El belga y el alemán Gündogan fueron los autores de los goles.
El problema de mover a Cancelo. Kyle Walker fue expulsado en la última jornada de la fase de grupos ante el Leipzig, en un choque completamente intrascendente, y lo sancionaron con tres partidos. Ya se perdió los dos ante el Sporting y ahora le queda uno, el primero frente al Atlético. Esto obligará a Guardiola a cambiar de lado a Joao Cancelo. En realidad, Cancelo es diestro, y había jugado siempre en su banda natural hasta que el técnico catalán lo probó a pie cambiado. Ese movimiento fue una auténtica revolución, y el luso se convirtió en uno de los puntales del equipo. El ucraniano Zinchenko debería ser el que entrara en la izquierda. Otro contratiempo será la ausencia por lesión de Rúben Dias, que parecía que llegaría al choque pero cuya recuperación se está demorando. Le suplirá Stones.
El recurso del falso nueve. Con Gabriel Jesús como único nueve más o menos puro de la plantilla, Guardiola está usando cada vez más a jugadores dinámicos como delanteros centros. El más habitual es Foden. Si damos casi por hecho que Mahrez volverá en la derecha, quedaría una plaza en disputa entre Sterling y Grealish en el costado izquierdo. El primero viene de firmar dos asistencias en Burnley, por lo que parte con ventaja.