Hablar de mala suerte porque a España le ha tocado Alemania en el mismo grupo del Mundial de Qatar es vivir en tiempos pretéritos de la maldición de cuartos, de etapas en las que el complejo de inferioridad se imponía en los españoles cuando jugaba ante los alemanes. Esos miedos son de una España en blanco y negro. La Selección le metió seis a Alemania en el último enfrentamiento. Y le ganó en la semifinal del Mundial 2010 con el cabezazo de Puyol. Y le derrotó en la final Euro2008 con el gol de Torres.

La España de Luis Enrique acude al Mundial en el grupo de favoritas. Se presentará a finales del próximo otoño en Qatar con humildad, pero con la confianza de haber montado un gran bloque con su estilo y va a mandar en todos los partidos y ante cualquier rival. Ante Alemania será un partidazo, con Japón no se podrá confiar, ni ante Costa Rica o Nueva Zelanda, porque son rivales de menor potencial, pero mira Italia, que se ha quedado fuera de los dos últimos mundiales. Como decía Luis Aragonés hace ya 21 años, antes del Mundial 2002, concretamente, “en el fútbol ya no quedan rivales fáciles ni tampoco quedan tontos, ya que cualquiera te hace un reloj de madera y encima anda. Sobre el papel uno puede pensar que España es favorita, pero luego hay que demostrarlo en el campo". Pues eso. Que ellos son la ‘Mannschatf’ y nosotros La Roja. ¡A por ellos!