Pacheta gestiona el cuentakilómetros de sus futbolistas
Esta vez con victoria ante el Alcorcón. Importantísima y trabajada. En un fin de semana bueno que deja el ascenso directo otra vez a solo un punto. Pero, de nuevo, dando síntomas de falta de capacidad para controlar los partidos en determinadas fases del encuentro. Lo mejor de Alcorcón, la victoria con dos golazos para enmarcar. Lo más preocupante fue que el Alcorcón, al igual que había pasado frente al Oviedo y Las Palmas, se mostró con más ritmo, más intensidad, más frescura de piernas y ocupando mejor los espacios. Y es un asunto a corregir pronto y a no dejar en el olvido. En cualquier caso, insisto, lo más importante es ganar, sumar cada jornada y esperar además el fallo del rival. Y ayer el rival falló.
La situación ha vuelto a cambiar de manera sustancial. El tropiezo del Almería ante el Girona vuelve a dejar al Real Valladolid dependiendo de sí mismo. Hay dos datos para la esperanza, primero que el duelo directo entre ambos se disputa en Zorrilla. El segundo que los pucelanos tienen cinco partidos en casa y los almerienses solo cuatro. Son pequeños detalles pero que pueden ser definitivos. Estos dos próximos compromisos serán vitales para llegar en buena situación al partido más importante, el de dentro de tres semanas ante los de Rubi. El conjunto que salga mejor colocado tras verse las caras en ese partido tendrá mucho ganado. No hay que descartar que tropiece el Eibar y que al final se meta en el lío. Más difícil parece que Girona o Tenerife consigan situarse en disposición de optar al ascenso directo. Nada es descartable, pero lo más posible, por lo menos viendo la clasificación a día de hoy, es que Almería y Valladolid se jueguen la segunda plaza de ascenso. Y en ello hay que centrarse, en quedar por delante del Almería y evitar que lleguen por detrás o tinerfeños o catalanes. Se puede lograr.
Tengo la convicción de que si se ganan los cinco partidos de casa el Real Valladolid de Pacheta estará en Primera. Hay que hacer de Zorrilla un fortín. Hay que preparar recibimientos al equipo. Hay que tratar de llenar al máximo las gradas. Hay que apoyar a los jugadores los 90 minutos. Es el momento de que se vuelque la afición y de que se implique la ciudad. Es el momento de que Ronaldo lidere lo que puede terminar por ser el ascenso a Primera. Está más cerca que nunca y a la vez muy lejos. Pero depende del Valladolid. Debe aparecer el espíritu que se creó en el último ascenso. Los jugadores que entrenaba Sergio fueron llevados el volandas por una afición que estuvo de diez. Y luego el equipo respondió en el terreno de juego. Algo así es lo que hay que buscar y el objetivo estará más cerca. La victoria de Alcorcón, aun sin jugar muy allá, y la derrota del Almería abren el camino de la esperanza por enésima vez. A ver si en esta ocasión no lo dejamos escapar.
