La apariencia mentirosa del 'Tecatito' y el motor de Yuri
La expectativa y la realidad
Hay futbolistas que viven sujetos a prejuicios. Son mirados con recelo por sus maneras o personalidad en el terreno de juego. Otros, en cambio, tienen bula papal y alcanzan una consideración mayor de la que deberían. No es que este último caso sea el del 'Tecatito' Corona (29 años), al menos no de forma tan tajante, pero es cierto que es un jugador más de highlights que de verdadero rendimiento. La semana negra del Sevilla ha coincidido con dos actuaciones discretísimas del mexicano. Ante la Real Sociedad, pese a algunas asociaciones interesantes con Augustinsson, perdió 13 balones, firmó un paupérrimo 53,8% de precisión en el pase en el último tercio del campo y estuvo obtuso en los cambios de orientación. El Sevilla le necesitaba y él no correspondió. En el Oporto le sucedía lo mismo cuando saltaba a la Champions: cuatro goles y siete asistencias en 41 partidos. Hasta ahora como sevillista solo ha dejado, a efectos contables, una gran asistencia en Vallecas. Realmente el 'Tecatito' engaña, pero aun así puede y debe dar más de sí.
Trabajar por y para todos
La personalidad altruista y solidaria de Rubén García (28 años), escenificada en el desplazamiento que está haciendo hasta la frontera de Ucrania para llevar material humanitario y recoger a refugiados de guerra, se proyecta de otra manera en el campo. Un futbolista de su talento se involucra sin pensárselo en el trabajo sucio y las labores de presión que tanto identifican a Osasuna. Es cierto que con Arrasate nadie se puede permitir no correr, por algo aparecen los rojillos en el podio de equipos de la Liga con más kilómetros recorridos (112 de media), pero el caso de Rubén García excede cualquier límite. De punta a punta de la banda izquierda, mete la pierna donde sea y aun así conserva su claridad de ideas cuando el balón pasa por sus botas. En la victoria ante el Levante recuperó nueve balones, uno de los cuales acabó en un remate al larguero y otro en asistencia a Budimir en el 2-0. Significó el cuarto pase de gol de un jugador carismático en todos los aspectos.
Huracán en la banda
Tan imprescindible es Yuri (32 años) para Marcelino que al lateral no le sacan del once ni incluso no estando en su plenitud física. Después de estar media campaña alejado del grupo, Yuri es víctima de la lógica irregularidad. Su condición no es todavía la mejor, pero de motivación va sobrado. A su regreso carburó con energía, después sufrió un pequeño bajonazo y contra el Getafe alteró la inercia en una noche en la que tomó una gran repercusión ofensiva. No solo por el gol, que estableció con precisión las cualidades de un lateral tan expansivo como es él, sino también por su incidencia en la elaboración de las acciones de ataque: dos pases claves, tres centros... Yuri está de vuelta en su más pura esencia.
A toda mecha
La jugada del gol del Espanyol al Mallorca resultó redonda y aplicó las máximas principales del fútbol. La recuperación sobre Baba, la aceleración y el temple al mismo tiempo de Darder y el desmarque más la definición de Raúl de Tomás lo reivindican. Se impuso el Espanyol al Mallorca al saber explotar su calidad, intensidad y velocidad. No en vano es el segundo equipo de LaLiga que más distancia completa al esprint (más de 28 km/h), con algo más de 19 kilómetros recorridos de media por partido. Es una buena fórmula para no pasar apuros.