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ESPANYOL - MALLORCA

El Espanyol, en cinco fotogramas

Una genialidad tejida entre Darder y RdT acerca al Espanyol a la salvación. Ambos explican cómo es el equipo perico, siempre más de jugadores que de técnicos.

RdT.
Alex Caparros

La estirpe de genios. El Espanyol siempre ha sido un club de jugadores, pocas veces de entrenadores. Un equipo más de jugadas que de juego, por eso siempre encandilan los goleadores o superclases, los Solsona, De la Peña, Marañón o Tamudo. No cabe duda de que Darder y RdT son de esa estirpe y en cinco fotogramas condensaron su magia, simplificaron lo que es el Espanyol, que con esta victoria se acerca inexorablemente hacia una salvación que han encarrilado especialmente gracias a una notable primera vuelta (26 puntos) y a un sprint en las últimas tres jornadas.

Un gol mágico. El primer fotograma es el de Darder conduciendo el balón, una cualidad que le hace vertical, rompe líneas como un cuchillo, hábil con el esférico enganchado al pie. El segundo fotograma es quizás el más importante. No está en la técnica, sino en la cabeza. Es la pausa. La jugada ya se creó en milésimas de segundo en el inconsciente del de Artà. Se paró para dar paso al tercer fotograma. Un pase al espacio en el momento justo para que RdT aprovechara su talento cuando pisa área. El delantero saca rédito de cualquier ventaja. En el cuarto fotograma controló sin perder velocidad dirección a la portería, coció el gol sin aditivos, justo para comer. Y el quinto, el de su remate con la izquierda al palo largo, uno más para un delantero infalible.

Cabrera.
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Cabrera.Alex Caparros

Dos aplausos sentidos. Hasta ese minuto, cerca del descanso, el RCDE Stadium había vivido un partido con poco que llevarse a la boca. La lluvia sorprendió al comienzo a los 17.800 espectadores que se entregaron a un sonoro y merecido aplauso por el gran gesto de la semana en el Espanyol, las familias ucranias que han venido a Barcelona en el autocar del Espanyol gracias también a la asociación 'Es per tu'. Sin duda una solidaridad que define un club cuyo sentimiento va más allá de lo que rodea el verde. Hubo aplausos sentidos como los del minuto 21 a los que también se sumaron Luis García Plaza y Matías Vargas, espectador de lujo.

La polémica bien resuelta. Seguro que a ambos se les alteró el pulso con la jugada polémica del partido, esa infracción de Cabrera que pasó de no ser nada según el colegiado a dudar si era penalti o falta y expulsión del uruguayo o, finalmente, falta a Embarba en el comienzo de la jugada, lo que se señalizó. Se libró el Espanyol de un susto y compitió en un partido disputado, donde apenas se pisaron las áreas y la batalla se dirimió en el centro del campo: los blanquiazules fueron mejores en el terreno pantanoso.

Actores secundarios. Hasta Embarba, que regresaba al equipo, acabó aplaudido, y Óscar Gil se mostró sobresaliente. Incluso Oier, que sustituyó al renqueante Diego López, salvó en el segundo tiempo con dos buenas intervenciones el 1-1. Actores secundarios inesperados para un Espanyol que se ha ido construyendo con los goles de RdT y la calidad de Darder, bien tutelados ambos por Vicente Moreno, que ya está más cerca de cumplir el objetivo encomendado por el club por segunda temporada consecutiva.