La única vez que Rafa Nadal y Carlos Alcaraz se han enfrentado en el circuito ATP, el murciano se deshizo como un flan ante la imponente figura de la leyenda que tenía al otro lado de la pista, el mito del tenis con quien tanto le han comparado. Alcaraz, que cumplía 18 años aquel 5 de mayo de 2021, sucumbió 6-1 y 6-2 en Madrid, sin oponer resistencia. Las cosas han cambiado mucho desde entonces. Carlos ha ganado a varios top-ten: Tsitsipas, Berrettini, Sinner, Ruud… Y esos marcadores, o parecidos, son los que logra él ante sus rivales, ya asentado entre los 20 mejores del planeta, y en imparable crecimiento. Aquí, en Indian Wells, no ha cedido ni un solo set. Es más, ni siquiera ha necesitado un tie-break en sus cuatro partidos. En el segundo de ellos zarandeó a Roberto Bautista, número 15 del mundo y 2 de España, por 6-2 y 6-0, en un pulso generacional que repetirá este sábado, pero doblando apuesta, ante el número uno de la historia: Nadal. Será un duelo de presente contra futuro, de pasado contra presente, de pasado contra futuro, de presente contra presente… La batalla de los tiempos.

Nadal ha llevado un camino muy diferente a su rival en este primer Masters 1.000 del curso. Al balear, renqueante, se le ha visto penar con su físico, con su juego, con su servicio… Ha cedido dos sets en sus cuatro encuentros, ha necesitado cuatro tie-breaks para avanzar. Ha sufrido, y mucho, ante Korda, Opelka y Kyrgios… Especialmente ante Korda, a quien levantó milagrosamente el partido. Pero ahí sigue, tirando de oficio, resiliente y resistente. Pura esencia Nadal. Su récord de victorias en el arranque de la temporada ha crecido a 19-0, con tres títulos ya en la buchaca. Invencible. La imagen que han proyectado ambos durante sus respectivas andaduras en California podría empujar a pensar que Alcaraz es el favorito. En cualquier otro caso sería así. No con Nadal enfrente.