Un Cristiano obsoleto, un United inestable

Ni el empate inesperado de Elanga cambia el argumento de que el United es un equipo vulgarizado, con más defectos que virtudes, un gigante convertido en divo que ni siquiera puede fiarse de solventar la eliminatoria en Old Trafford. Su paso por el Metropolitano fue más de lo mismo. Un equipo trotón, vago, sin grandes pilares en defensa y con un Cristiano impuntual, justo lo contrario a lo que fue siempre. Cada vez ruge menos y el equipo no le ayuda.

Le salvó un despiste del Atlético y un triple cambio con el que Rangnick introdujo lo que tanto le había faltado: energía. Matic batalló con Kondogbia y Herrera, a diferencia de Pogba, y Elanga le dio la velocidad hasta entonces inexistente de Sancho y Rashford. No es un gran United, no parece que vaya a serlo con este método: jugadores acomodados y un Cristiano obsoleto. Aunque el empate lo difumine.