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Un hilito de esperanza

Hay equipos como el Barcelona, el Bayern, el PSG, el Real Madrid y Athletic que nunca han descendido, aunque el Athletic en la 2006-07 lo vio de cerca. Le ganó al Levante 2-0 en la última jornada, asegurando su permanencia en primera. Aunque otros grandes sí han bajado a los infiernos. Le ocurrió al Universidad de Chile en 1988 de la mano de un joven Manuel Pellegrini; también lo sufrió el club que más Copa Libertadores ha ganado en toda la historia, el Independiente de Brindisi en 2013; el ahora todopoderoso Manchester United ha descendido tres veces en su historia; la Juventus por otros motivos más escandalosos como el Calciopoli perdió la categoría, le quitaron sus últimos dos Scudetto y empezó la Serie B con 9 puntos menos; le pasó al Valencia, y volvió más fuerte.

Es cierto que lo que ocurre a otros no nos consuela pero ahora, después de la victoria frente al Atlético, el Levante confía en el milagro. Ni Javi Pereira, ni Alessio Lisci han conseguido parar de golpe una sangría que comenzó hace casi un año tras vencer al Eibar en su casa. La temporada pasada la afición granota pudo disfrutar de una gran Copa llegando a semifinales y salvando la categoría gracias al colchón de puntos conseguidos en la primera vuelta. Ahora después de unos años de tranquilidad social y económica, las malas decisiones han puesto al equipo en una situación muy difícil. Quico Catalán, con la ayuda de Manolo Salvador y más tarde de Tito Blanco, logró el ascenso en la temporada 2009-2010 casi sin quererlo y con una economía de guerra; consiguió cinco permanencias y un año en Europa; Jefferson Lerma, la mayor venta de la historia del club, Caicedo, Koné y Keylor Navas dejaron mucho dinero en sus salidas. Además, por si fuera poco, Quico redujo la deuda del club, consiguió récord de socios, evitó la venta del Levante al dueño de los Phoenix Suns, remodeló el estadio Ciutat de València y proyectó una ciudad deportiva nueva.

Se hicieron las cosas muy bien, pero no todas y ahí empezó todo. Despedir a Paco López en la octava jornada cuando el equipo acababa de entrar en la zona de descenso no fue acertado. No se le podía exigir al técnico estar cerca de los puestos europeos, cuando los pocos fichajes que se hicieron venían de Segunda. Paco está acostumbrado a retos casi imposibles como cuando en 2018 le ascendieron del filial al primer equipo para sustituir a López Muñiz y a falta de once jornadas logró ocho victorias, dos empates y una derrota. Paco ha mantenido cuatro temporadas al Levante en Primera, algo inédito en los casi 113 años de historia de los levantinistas. El tiempo ha demostrado que el de Silla sacó el máximo rendimiento a una plantilla muy justita, asentando al equipo en primera, alcanzando unas semis de Copa del Rey y consiguiendo que el club volviera a tener un internacional español, Campaña, el segundo en la historia levantinista después de Ernesto Domínguez hace casi 60 años. La grandeza no está reñida con el descenso. Ojalá Miñambres copie lo que hizo con el Rayo y sea capaz de devolver la ilusión a la afición y poner en el lugar que se merece a este gran club.