Merecido. El Levante se le sigue atragantando al Atlético y se llevó los tres puntos del Wanda Metropolitano. El equipo visitante no dio nunca la sensación de ser el colista y propició la campanada. El equipo de Simeone no aprovechó este partido aplazado y tendrá que mejorar mucho de cara a lo que resta de temporada. Porque el juego fue malo y el portero del Levante apenas tuvo que intervenir. Paso atrás del Atlético en todos los sentidos. La grada acabó silbando a sus jugadores, una grada que lo perdona casi todo, pero pide que los jugadores dén el máximo. Así no, Atleti, así no. Así no se va a ningún lado. El Levante, por su parte, logró la primera victoria de la temporada fuera de casa. Está claro que hay rivales a los que es preferible no enfrentarse.
Horrible. El Atlético realizó una primera mitad penosa, a merced del rival y con Oblak haciendo la primera parada salvadora del equipo. Recordaba a otros tiempos donde el cancerbero mantenía con vida al equipo, que luego despertaba del letargo y se apuntaba el triunfo. Salvo los últimos cinco o diez minutos, el Atlético no existió. Y la afición se enfadó. Lógico. El equipo se juega estar en la próxima edición de la Liga de Campeones, el Cholo pide ayuda a la grada (y luego agradece ese apoyo), la hinchada responde y luego el equipo ofrece un triste espectáculo. A pesar de ser encuentro entre semana y de la hora, 43.456 espectadores acudieron al estadio.
Intensidad. El Levante hizo méritos para marcharse con el triunfo. Se mostró más intenso, más competitivo, en plan mandón, mientras el Atlético pareció perdido. El equipo rojiblanco encajó el gol al inicio del segundo periodo y dio la sensación de no tener ni ideas ni chispa ni frescura para ir a por el triunfo. Sólo en la recta final el equipo acorraló al rival, tuvo alguna ocasión, aunque tímida. El equipo se ha acostumbrado a sacar los partidos en los instantes finales y en esta ocasión no pudo ser. No valió la heróica.
Futuro. El Levante le hizo mucho daño al Atlético en las veces que se fue al ataque. Y presionó muy bien a los del Cholo en el centro del campo. Nunca el Atlético se sintió cómodo en el medio. Lo malo no es perder. Lo peor es la manera en que se perdió. Te puede ganar el último, porque todos los equipos tienen calidad. Pero no así. Te puede ganar si su portero es el mejor y realiza paradas de mérito. O si fallas en el remate. O el equipo reacciona o de verdad lo va a pasar mal porque se ha tocado fondo. Sobran las palabras. Es hora de sacar lo mejor de una plantilla que hace unos meses fue campeona de LaLiga. Los jugadores son los mismos, el entrenador es el mismo y la afición está siempre al pie del cañón. El Atlético ha perdido su esencia y no se parece en nada al de hace poco tiempo. Lo dicho, o reaccionan o asoma el abismo.