Luuk de Jong sacó del apuro a Xavi

Dijo João Félix que sabe lo que le pasa al Atleti, pero que no lo puede decir. Pues bueno sería que lo dijera, porque lo del Atleti es un misterio al nivel del de la Santísima Trinidad o de la ley de sucesión de los números primos. Empieza fallando un penalti pese a lo cual se pone 2-0 antes de la media hora, creando aroma a goleada, tras lo cual encaja tres goles en doce minutos (dos con penaltis regalados) y aún le da tiempo de hacer el 3-3 al borde del descanso. En la segunda mitad se hizo expulsar uno de sus centrales. Diez contra once, el Atleti se replegó hasta un arrebato de ultimísima hora en el que el central sustituto hizo el 4-3.

Esa victoria, unida a las del Betis ayer en Orriols y de la Real sobre el Granada, levantaba el listón del Barça ante su partido frente al Espanyol con la frontera del cuarto puesto como objetivo de mínimos. Y aunque mantuvo ‘in extremis’ ese puesto, Cornellà no le colgó ningún laurel por más que el empate final, con mero carácter de mal menor, produjera una alegría pasajera. Fue más bien un serio disgusto para el Espanyol, que había trabajado bien el partido y tenía la victoria cuando ya expiraba el descuento. El gol llegó en un balón de Adama a la olla rematado por el gigantón Luuk de Jong. Nada de estilo Barça. Fútbol de antes y de siempre.

Hay luces y sombras en este Barça de Xavi, que a veces parece a punto de cuajar y de repente se corta como la mayonesa. Frenkie de Jong, que antes parecía el bueno de los dos, se ha convertido en un cuerpo extraño. Gavi y Pedri funcionan, pero Ferran Torres no aparece. Adama Traoré desborda una y otra vez pero al tiempo que lo hace altera el tiqui-taca que los puristas añoran. Eric Garcia no es un refuerzo para la defensa porque juega bien al fútbol pero no es defensa. La carrera por los dos puestos de Champions que dejan libres el Madrid y el Sevilla incluye a Betis (con ventaja), Barça, Atlético, Real Sociedad, y Villarreal. Va a ser muy duro.