El valor de los intangibles
Cuando un equipo grande, léase Real Madrid, Barcelona, Atlético... va a un campo lleva mucho ganado en los llamados intangibles, que son esas circunstancias inherentes a su condición y que se acumulan en su haber por los títulos, los jugadores, el dinero, el prestigio, la historia... todo eso junto es un factor que infunde respeto e incluso temor en los rivales más pequeños, aunque en ocasiones pueda ser un arma de doble filo, ya que la motivación de ganar a uno de esos equipos también es grande
Pero lo normal es que los pequeños acepten con resignación que esos puntos 'no son de su liga', son partidos que suele decirse 'si los pierdes, no pasa nada, es lógico...' pero si los ganas sólo son tres puntos más que conllevan eso sí una alegría extra. Esos intangibles los saben manejar esos equipos y juegan con esa ventaja. Muchas veces incluso cuando se ponen por detrás, usan la presión de su 'caché' para aumentar el ritmo, la presión y remontar, aunque no siempre ocurra.
Una vez que esta premisa está clara, me lleva a la siguiente reflexión; el Real Valladolid se supone que por presupuesto, plantilla, historia, clasificación... incluso por tener a Ronaldo de presidente, es uno de los gallitos de Segunda, claramente cabeza de ratón y desde el primer día que empezó la liga, portador de la escarapela de favorito al ascenso, aunque ese honor hay que demostrarlo en el campo, y el Pucela lo ha hecho, haciendo buenos partidos y mostrando autoridad y buen juego sobre todo en Zorrilla... y ahora viene el 'pero'.
El pero son los partidos lejos de casa en los que no ha sabido desenvolverse con esa misma autoridad. Creo que no ha sido capaz de aprovechar ese intangible que le coloca por encima del resto y que sobre todo refleja la tabla. No ha sido capaz de infundir miedo escénico a sus rivales, teóricamente más débiles y en ocasiones ha salido con cierto grado de suficiencia; basta recordar la alineación en Lezama y el 4-1 que le endosó el Amorebieta, que aunque sea agua pasada, seguro que a más de uno aún le escuece.
Los últimos partidos han resultado decepcionantes, ante dos equipos que pelean por evitar el descenso. El Zaragoza puede igualar o superar en historia, pero ahora mismo en poco más y sin embargo en el césped no se notó esa superioridad y en Fuenlabrada... mucho peor aún. No tengo la sensación de que ese, llamémosle miedo o respeto, que pueden tener los rivales, no aparece y posiblemente sea por eso de 'salir a madurar los partidos'... en vez de salir a mostrar que el equipo grande eres tú y que si estoy arriba es por algo y para eso tienen que jugar en cada momento los mejores...
La humildad está bien y el no creerse más que nadie también, pero esos intangibles que lleva ser el Real Valladolid en Segunda, tienen que valer algo. Los de Pacheta han ganado sólo cuatro partidos fuera cuando su rivales directos han logrado ya seis y eso en la tabla se nota. El paso firme en casa es muy importante, pero fuera hay que rascar e imponer la ley desde el primer minuto.
Sé que muchos pensarán que es muy fácil decir esto sentado delante del teclado, pero les invito a mirar en el fondo. La humildad no debe estar reñida con ser mejores y mostrarlo desde el primer minuto. En rugby ningún rival deja de pisar el acelerador cuando gana con claridad por respeto a su rival y cuantos más puntos hace, más lo respeta por duro que sea el marcador. Creo que al Valladolid, que es verdad que ha mejorado mucho y que muestra un paso bastante firme, le falta creer que lejos de su público puede ser un equipo que mande en el césped y que no aprovecha esos intangibles que provocan el miedo y el respeto de los rivales.