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Asensio decidió esta vez ser importante

“Asensio se ha quedado en un jugador de ‘highlights”, dijo alguien en Carrusel. (‘High lights’ son, en el argot de la televisión, las jugadas con las que se confeccionan los resúmenes). Lo dijo después de su segundo buen remate y todos estuvimos de acuerdo, pero esta vez su desempeño fue a más: descargó hasta ocho disparos, seis de ellos bien encuadrados, uno imparable incluso para un portero tan en forma como Maximiano, que ostenta el récord de paradas en el campeonato. A falta de Benzema y Vinicius, que son los que le dan cada día continuidad, ‘highlights’ y goles a cascoporro al ataque del Madrid, se sintió obligado a resolver.

He aquí un jugador que iba para excelente y se nos estaba quedando en superclase indolente, un poco al modo de lo que fueron Martín Vázquez y Guti, a los que recordamos con aprecio, pero con la sensación de que podrían haber hecho más por su equipo y por sí mismos. Asensio venía alternando con Rodrygo en la función de tuerca floja. Daba igual una que otra, con ninguna de las dos estaba firme el mecanismo. Podían si acaso dejar caer algún golito, más Asensio, eso sí, pero generalmente con el marcador ya decantado, en esos contraataques finales con clara ventaja numérica. Algo así como lanzadas a enemigo muerto.

Ante el Granada hizo lo que para mí define desde siempre al jugador válido para el Madrid: consideró insoportable la idea de no ganar. Se las buscó y rebuscó merodeando por esa zona donde lo que llamábamos ‘el callejón del ocho’ desemboca en el área. Desde ese perfil tiene un disparo fácil y a fuerza de insistir terminó por derrotar a Maximiano con uno perfecto. Es capaz de hacer bastantes más cosas, lo hemos visto, así que a ver si esto le anima. Benzema estuvo años dejando el problema para Cristiano, cambió al irse este y se convirtió en un grande. Asensio no tiene por qué esperar a que se vaya Benzema. Él también puede ser un grande.