Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

PASABA POR AQUÍ | AXEL TORRES

Aliou Cissé, una buena noticia

Que Cissé haya triunfado debe considerarse como una noticia positiva, un referente en una profesión que a menudo encierra prejuicios discriminatorios.

Alou Cissé, técnico de Senegal.
MOHAMED ABD EL GHANYREUTERS

El triunfo de Senegal en la Copa África 2021 corona finalmente a una selección que, tras unos resultados mediocres a lo largo del siglo XX, ha logrado convertirse en una gran potencia de su continente desde el cambio de milenio. Su victoria en la tanda de penaltis de la final frente a Egipto hizo buenos los pronósticos que la señalaban, antes de empezar, como uno de los equipos más fuertes por la colección de futbolistas de grandes clubes europeos que presentaba en su plantel. Este título pone en valor dos cuestiones relacionadas con la figura del técnico Aliou Cissé y que no abundan en el fútbol africano: la confianza en el producto nacional para los cargos de responsabilidad en los banquillos y la apuesta por la continuidad y los procesos largos.

Cissé nació en Ziguinchor, una localidad senegalesa, antes de mudarse a París con su familia a los nueve años. Este no es un detalle menor. Acostumbrados a que la mayoría de federaciones del continente contraten a técnicos europeos de trayectorias poco exitosas -sobreentendiendo que, sólo por ser europeos, estarán más preparados y aportarán un conocimiento extra que en África no se posee-, Senegal optó en 2015 por entregarle el banquillo a una leyenda local: al capitán del equipo que en 2002 se proclamó subcampeón de África y que alcanzó los cuartos de final del Mundial de Corea y Japón. En este sentido, que Cissé haya triunfado debe considerarse como una noticia positiva, ya que se va a convertir en un referente y en un modelo a seguir en una profesión, la de entrenador, que a menudo aún encierra prejuicios discriminatorios.

Cissé, además, se quedó a las puertas de la gloria en la edición anterior, la de 2019. Llegó a la final y, como le había ocurrido como jugador, la perdió. Ocurrió un año después de que en el Mundial de Rusia su equipo quedara eliminado en la fase de grupos sólo por el ranking del fair-play como criterio de desempate. Pese a esas decepciones, Senegal no tomó entonces una decisión en caliente y le dio continuidad. Ahora recoge los frutos.