Gento y el gafe de los homenajes

No se me olvidará nunca el Trofeo Santiago Bernabéu de 2016 que contó con la presencia del hombre que daba inicio a los cinco apellidos mágicos de la historia del Madrid: Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento. El francés fue homenajeado junto a Gento y cuando llegó la hora de entregar la copa en el palco, el club le cedió el honor a... Cristina Cifuentes. Alguno a estas alturas hasta preguntará: ¿Cristina qué? Y eso explica la falta de perspectiva protocolaria de aquel día. Una presidenta autonómica robándole foco a un campeón de Europa. Pecado en la religión madridista.

Reflexionaba sobre ello durante la solemne despedida a Paco Gento con la que empezó el partido. Pensaba en Cifuentes y en Capello. Así funciona mi cerebro. El italiano me inoculó en mi adolescencia la inconveniencia de hacer homenajes prepartido. Creo que fue en un tributo a Chendo en la temporada 96-97 cuando el Madrid perdió y lo utilizó de excusa. Con el 0-1 al descanso, el penalti fallado y la lesión de Benzema pensé que aquella 'capellada' igual tenía algo de ciencia. Con el 0-2 la cosa ya me parecía sería y pensaba que algo había molestado a Gento, que estaba desde el cielo boicoteando su propia despedida. La leyenda dice que cuando Amancio apareció por primera vez en el vestuario del Madrid le dieron una camiseta sin escudo y Di Stéfano le advirtió: hay que ganárselo. No sé si los homenajes son gafes pero ayer se demostró que la historia no gana partidos.

Con Luka Modric con el 10 y el brazalete (es un póster con patas) metiendo un penalti de Nuevo Testamento, como dice el maestro Relaño, comenzó la semirremontada. Tenía que ser con Modric, un jugador que se ha ganado estar en ese once de la historia del club. A mí me cabe desde luego. Por liderazgo, por carisma, por palmarés y por combinar todo eso con el espectáculo. Esperemos que en el Trofeo Santiago Bernabéu de 2044, cuando se celebren 30 años de la Décima con Ramos y Modric, el presidente de turno no ceda un espacio en la foto de la entrega de la plata al político de turno en presencia del croata.