Imanol, ¿el Simeone de la Real?

En la agradable charla que tuve en esta semana con Miguel Ángel Moyá salió a relucir un tema al que le he dado más de una vuelta en estos días en los que se ha puesto en duda la continuidad de Simeone como entrenador del Atlético de Madrid. No comprendo que se cuestione al entrenador argentino con todo lo que ha supuesto para el club colchonero, hasta el punto de que en mi humilde opinión se ha ganado el legítimo derecho a elegir él cuando quiere poner fin a su ciclo en el banquillo del Metropolitano. Pero centro mi argumento que me voy por los cerros de Úbeda. Aprovechando este emparejamiento en la Copa del Rey, me ha dado por ver en Imanol Alguacil una especie de Cholo al estilo txuri-urdin.

Me explico. Veo, o quizá quiero ver, en el entrenador oriotarra un entrenador que puede marcar una época en la Real Sociedad, que puede estar una década (como el Cholo en el Atlético) entrenando al primer equipo realista. Lo tiene todo para conseguirlo, y si iguala el registro de Simeone, no me negarán que será una gran noticia, porque querrá decir que ha hecho méritos para ello y que a la Real no le ha ido mal. Para mi es el entrenador idóneo para cambiar la historia del club donostiarra, como antes hizo, por ejemplo, otro hombre de la casa, Alberto Ormaetxea: conocimientos, crecimiento, identidad, pasión, ambición, corazón y sentimiento. De momento, ya ha sumado una Copa más a las vitrinas de Anoeta, aparte de insuflarle una identidad y gen ganador que hacía tiempo que echábamos mucho en falta por estos lares. Y hoy puede dar otro paso más para seguir haciendo más grande su camino.

La pasión que irradia Imanol cuando habla de su Real traspasa los límites del banquillo y llega hasta a la afición, que ya vive exaltadas las horas previas de un partido denominado, no sin razón, como muy grande. Tras ganar la Copa el año pasado, hay hambre de más éxitos en Donostia, y eso pasa por ganar al Atlético, con el recuerdo de 1988, cuando se le ganó y se llegó a la final. Quieren repetir. Y más en un día señalado, porque aunque el coronavirus se ha empeñado en robarnos la Tamborrada, nada va a impedir las ganas de fiesta en el Día de San Sebastián. Empieza el 19 por la noche, con la izada, y quiere ser la Real quien encima la llama de la alegría en la capital guipuzcoana. El ambientazo está más que asegurado en las gradas, a pesar de la restricción del 75% de aforo. Y ahora solo queda, como bien ha dicho Imanol en la previa, “hablar en el campo”, precisamente lo que mejor se les da a sus jugadores desde que él se hizo cargo de la Real. Las épocas grandes se escriben con noches épicas, y la del Atlético pinta a una de esas. ¡A por ella, Real!