La rampante nueva ola del Athletic

Una nueva generación emerge en el Athletic, que empieza a disfrutar de varios jóvenes de excelente calado futbolístico. Para un club que vive siempre con angustia el declinar de los veteranos, el impacto de Nico Williams (19 años), Sancet (21), Vencedor (21), Vivian (22), Zárraga (23), Nico Serrano (18) y el portero Aguirrezabala (21) –internacional sub 21- es una noticia cargada de esperanza. El Athletic, un club que eligió la vía delicatesen en el fútbol de las grandes superficies, defenderá contra el Real Madrid su título de campeón de la Supercopa. Será la cuarta final –dos de Copa, dos de Supercopa- que dispute en los últimos 12 meses, con una sustancial contribución de jugadores apenas conocidos hasta hace poco.

No se recuerda una colección más prometedora de jóvenes desde el grupo que disputó contra el Barça la final juvenil de 1987. En aquel equipo, dirigido por Nico Estéfano, jugaban Alkorta, Garitano, Mendiguren, Aguirretxu y Uribarrena. Casi todos despuntaban en el Bilbao Athletic, instalado en Segunda A. Xabi Eskurza, el más joven de todos, y Yosu Urrutia, que con los años sería elegido presidente del club, formaron parte del mismo ciclo.

Aquella compacta hornada irrumpió inmediatamente después de la mayor crisis en la historia del Athletic. La destitución de Javier Clemente en 1985, en medio de la gravísima fractura social que se produjo después de ganar dos Ligas y una Copa, arrojó sobre sobre ellos una responsabilidad difícil de soportar.

Las últimas actuaciones del Athletic han confirmado el buen estado de salud de su factoría en Lezama. De los últimos ocho goles del equipo, Sancet ha marcado cuatro –uno contra el Real Madrid, tres frente a Osasuna-, y Nico Williams ha añadido tres (dos en la Copa contra el Mancha Real y el tanto de la victoria en la semifinal de la Supercopa).

Aunque la cuenta de goles registra un apreciable valor estadístico, las características de los remates ofrecen razones superiores para la confianza. Sancet clavó un derechazo espectacular en la portería de Courtois, se anticipó a su marcador para cabecear el primer gol en El Sadar, colocó a un toque la delicada media volea que significó el 1-2 y cerró el partido con un timing perfecto en su aparición para aprovechar un servicio de Berenguer.

Nico Williams aprovechó un rechace en el área para embocar el primer gol del Athletic contra el Mancha Real. Fue un remate con la zurda, colocado y raso, parecido a su magnífico gol en Riyad. El segundo alcanzó un alto grado de dificultad: en pleno despegue, controló con la izquierda, casi de espuela un pase de Vesga, la pelota le quedó perfecta para la carrera y superó al portero en el mano a mano: un fino toque con la derecha, después de una conducción impecable.

La variedad de acciones en los goles invita a pensar en un considerable rango de cualidades en Sancet –un jugador poderoso, fiable en los controles, capaz de jugar de espaldas a la portería y sacar punta de su facilidad para girarse antes de aprovechar su instinto para filtrar pases cortos- y Nico Williams, que agrega freno a su explosividad, dispone de una convincente visión periférica y resulta muy difícil de detectar en los regates. Es ambidiestro a la manera de Dembélé. Sale por los dos perfiles y golpea fuerte tanto con la derecha como la izquierda. Aunque no ha cumplido 20 años, juega con soltura, relajado, características infrecuentes en futbolistas tan jóvenes.

Sancet y Williams son los jugadores más vistosos en un grupo que cuenta con jóvenes de carácter como Vencedor y Vivian, futbolistas que no hacen ruido, ni producen titulares en la prensa, pero con capacidad de arrastre entre sus compañeros. El zurdo Nico Serrano comienza a asomar. Internacional en todas las categorías juveniles, es un delantero fino, rápido, técnico, con un golpeo exquisito. Junto al mediocampista Zárraga integran la más que prometedora nueva ola del Athletic.