Dupont, mójate y da nombres...
Grégory Dupont llegó en el verano de 2019 como una especie de genio de la lámpara que iba a convertir a los jugadores del Madrid de Zidane en unos súper héroes que volarían sobre el césped gracias a su sabiduría en la matería de la preparación física. Pero a la hora de la verdad, 'mucho lirili pero poco lerele'. Hazard, al que ya conocía desde los tiempos del Lille en los que el belga era una joven promesa con diez kilos menos, no logró remontar el suplicio de sus continuas lesiones y sus desajustes con la báscula. Y eso que Dupont y él hablaban en el mismo idioma...
Pero lo que más me irrita es que hable ahora, una vez que ha cobrado el finiquito, y encima deje sobre la Prensa la sospecha de la duda. "Tuve amenazas"; "si no les daba información transmitirían cosas sobre mí"; "lo hicieron de todos modos". De esta forma, Dupont extiende una cortina de humo denso sobre las 62 lesiones del año pasado, como si no fueran con él pese a ser su responsabilidad más directa, y echa el muerto a esos canallitas de la Prensa que se atreven a intentar extorsionarle. Pues desde aquí le digo que si eso es verdad es deleznable y repugnante, pero para que tenga crédito debe dar nombres y apellidos. Mirando su ejemplo yo jamás diría "qué malos son los preparadores físicos de los clubes". Diría "qué malo fue Dupont en el Madrid". ¿Ha visto usted qué fácil es?