La resiliencia también vestirá la Franja

Si algo nos ha enseñado esta pandemia es resiliencia, que no resistencia, que también. La resiliencia es aquella capacidad que desarrollamos para sobreponernos a situaciones difíciles. Y esta Navidad, la COVID ha puesto a prueba a un Rayo de Champions, que se las prometía felices con unos números y una propuesta capaces de hacer soñar hasta al más escéptico. El mejor local de Europa visitaba el Metropolitano en un momento dulce y ante un Atlético menos fiero que de costumbre y por debajo de él en la clasificación. Sin embargo, como en tantos y tantos hogares, el virus ha cambiado la hoja de ruta. Los test en la vuelta al trabajo confirmaron 17 positivos entre los futbolistas, aunque (con la norma en la mano) tocaba tirar hacia delante y jugar. Era el momento de demostrar resiliencia, la propia y la del barrio al que representa, que sólo les pide dejarse la piel. Al fin y al cabo, su día a día. El de toda esa gente trabajadora cuya Champions consiste principalmente en salir adelante.

Su Rayo siempre ha tenido algo de Quijote. De ese héroe en alma, aunque no en apariencia, capaz de enfrentar gigantes (molinos como el construido por Simeone) en pos de sus ideales. Unos valores que se cimentan en valentía, coraje y nobleza. Iraola, que ha recuperado efectivos, promete blandirlos cual lanza y dar batalla, manteniéndose fiel a su espíritu competitivo, sin miedo ni complejos, capaz de derrotar a grandes como el Barça. Cuanto mayor es la dificultad, más dulce superarla...