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60 millones tirados a la basura

Nadie podía imaginar en los despachos del Bernabéu que Hazard y Bale tendrían este final en el Madrid. En condiciones normales, ambos serían jugadores del top-10 mundial y titulares indiscutibles. Pero la realidad dice que son una rémora. Entre los dos se llevan 60 millones (brutos) en sueldos. La pesadilla de Bale termina pronto, pues acaba contrato en junio. Lo de Hazard parece más complicado, le queda esta temporada y dos más, hasta 2024.

El galés y el belga se encuentran en las antípodas de jugadores como Benzema o Lewandowski, que están alargando su carrera a un nivel estratosférico gracias al esfuerzo, al trabajo físico diario y a cuidar al extremo su nutrición. Los dos superan ampliamente los 30 y parecen chavales de poco más de 20. Hazard llegó al Madrid con 28 años... y con seis o siete kilos de más en su cuerpo. Es inadmisible para un profesional de élite con sueldo desorbitado. Imagínense lo que supondría salir a entrenarse cada día con una mochila de seis kilos a la espalda... Imposible. Y, más allá de su operación de tobillo, no hace nada por remediarlo.

El caso de Bale es distinto. Lo ha ganado todo con el Madrid y parece que ha perdido la motivación. Él sí que cuida su cuerpo, pero ha entregado su vida a otra afición, el golf, y no piensa renunciar a ella a pesar de que, por una cuestión obvia, esté en el origen de sus frecuentes lesiones (no el golf en sí mismo, sino ese tipo de ejercicio físico, de intensas rotaciones de cadera y espalda, por su delicada musculatura). Como Hazard, está a otra película que no es el fútbol. El Madrid se quitará un gran peso de encima cuando se vayan los dos.