El retorno de los reyes

Rafa Nadal regresó este viernes a la competición en el Mubadala World Tennis Championship, un torneo de exhibición en Abu Dabi que, por su extraña situación en el calendario, bien podría considerarse el cierre de un curso o el prólogo del siguiente. La noticia fue la reaparición de Nadal después de 132 días de recuperación de una lesión crónica en el pie izquierdo. El balear perdió ante Andy Murray, en un duelo con sabor añejo entre dos ex números uno del mundo, dos ilustres que conocen bien qué supone reinar en el tenis, y también los sinsabores de las lesiones. Murray, que ahora ocupa el puesto 134 de la ATP, juega con una prótesis en la cadera y en su momento llegó a anunciar oficialmente su retirada de las pistas. Los campeones no sólo se miden por el brillo de sus salas de trofeos, sino también por las veces que han caído y han logrado levantarse. Hay otro ejemplo afín en este mismo fin de semana: Tiger Woods, otra leyenda del deporte apaleada por problemas físicos y emocionales, vuelve este fin de semana en otro bolo, diez meses después de un grave accidente de coche.

Aunque la presencia en la grada de Juan Carlos I, el rey emérito, en pleno debate sobre su regreso a España, eclipsó en los medios generalistas la esencia deportiva del evento, el verdadero retorno del rey fue el de Nadal, que si bien no pudo ganar a su viejo rival en la cancha, sí salió con buenas sensaciones después de más de cuatro meses de recuperación. Rafa explicó en la rueda de prensa previa que durante “casi toda” su carrera ha jugado con dolor, por lo que la meta no es eliminarlo al cien por cien, nunca lo logró, sino “poder manejarlo para competir bien”. Eso le permitiría su reaparición oficial en Australia, en enero, con el primer grande en el punto de mira. El regreso de Nadal ya está aquí, pero el regreso del monarca del tenis todavía tiene que esperar. Hay camino por delante.