Diciembre es un mes para hacer balance, para repartir premios y reconocimientos, para elegir a los más destacados del curso. ¿Quién ha sido el Mejor Deportista de 2021?, es una pregunta clásica por estas fechas. Un candidato que ya se ha convertido en un fijo es Novak Djokovic, que ha vuelto a aglutinar méritos para el reinado. Nole ha ganado este año tres grandes, Australia, Roland Garros y Wimbledon, y sólo su derrota en la final del US Open le impidió completar el Grand Slam en un ciclo natural y desempatar en la cúspide con Rafa Nadal y Roger Federer, con quienes sigue igualado a 20. También ha alcanzado la cifra de 37 Masters 1.000, que le sitúa por delante de Nadal. Y ha terminado el año como número uno del mundo por séptima vez, con lo que rompe el récord que compartía con Pete Sampras. No pudo rematar otros desafíos como el oro olímpico en Tokio y la Copa Davis en Madrid, pero tampoco es malo que falle en algo para confirmar su carácter humano, que también lo tiene. Djokovic es un campeón muy humano. Con sus virtudes y sus defectos.

En las vitrinas de trofeos de Novak Djokovic lucirá también a partir de este año el Premio AS, un galardón que lleva camino de convertirse en un clásico del deporte, que hoy cumplirá su 15ª edición en una Gala en el Palace en la que Nole no ha podido estar presente, pero sí tuvo la deferencia de recogerlo unos días antes, durante la Davis. La escultura de Mariscal distingue el maravilloso año del serbio, pero también es la recompensa a una brillante trayectoria estrechamente vinculada a España por sus duelos con Nadal. El Clásico más repetido de la raqueta. Djokovic pasa así a integrar un ilustre palmarés donde ya figuraba el propio Nadal, en un certamen que tendrá mucha presencia tenística, con Paula Badosa y Carlos Alcaraz entre los premiados, y con Manolo Santana en el recuerdo.