El triunfo del Betis en el Camp Nou comenzó su construcción el viernes en el último entrenamiento del equipo verdiblanco antes de su cita. En la antesala de esa última sesión, Manuel Pellegrini lideró un discurso que terminó con el mensaje certero de ganar al Barcelona y un aplauso de esperanza por parte de sus jugadores. El mismo plantel que cedió en el Wanda o en Leverkusen de forma rotunda. Todos creen en Pellegrini. Juegue el que juegue. Esté o no Nabil Fekir sobre el campo. Casi nadie echó de menos al francés cuando Canales firmó una de sus carreras imparables antes de esquivar a De Jong y a Lenglet. Casi nadie relativizó la entrada de Tello cuando éste amagó con el disparo y lanzó un regalo a Juanmi. Casi nadie cuestionó el cambio de un medio por el único nueve cuando ocho minutos más tarde el malagueño ejecutó al Barça.

Si el ingeniero supo trazar las líneas de un triunfo casi épico, también Canales enseñó sus cartas de líder. Las que se atreven ante cualquiera. Su valentía convenció a Luis Enrique hace un año e impulsa la candidatura del Betis a ser incluso más de lo que pretende. Juanmi confirmó su renacer y Bartra encontró en casa el aire que llevaba demasiado tiempo sin atisbar. En Heliópolis quieren más. ¿Cuáles son los límites de este lanzado proyecto que pretende maximizar Pellegrini?