Por qué se cuestiona tanto a Robert Moreno

El señalado

El recorrido de Robert Moreno (44 años) como entrenador no se aleja de la controversia. Se le discute su personalidad más que su trabajo, con alguna salida de tono en sala de prensa que no le ayuda. Se le trata casi como a alguien que ocupa un lugar que no le corresponde. Con virtudes y defectos, como todos, Robert Moreno parece abocado a una interinidad constante que complica su evolución. Es difícil permanecer siempre bajo sospecha. El precedente histórico del Granada de Diego Martínez limita todavía más su margen. Es cierto que el equipo de Robert Moreno es peor que el que había. No tiene la verticalidad de las temporadas pasadas (cuatro entradas menos al área, siete pases menos que finalizan en el último tercio, casi una ocasión clara menos por partido...), ni muestra la misma entereza táctica (cuatro remates recibidos más de media). Partiendo de estas evidencias, se puede entender que a Robert Moreno se le cuestione. Lo que no parece justo es que esté en entredicho desde el primer día. Como mínimo merecía el favor de un tiempo que se le está agotando.

El delantero jugón

Con Juanmi desatado de cara al gol en el Betis, la aportación de Willian José (30 años) ante el Levante quedó en un segundo plano. El delantero brasileño contribuyó de forma decisiva en la remontada de los de Pellegrini. Su juego de espaldas, poderío aéreo y capacidad de elección mejoraron cada acción. Apenas se equivocó (95% de precisión en las entregas) y no paró de generar en las últimas instancias (dos asistencias). No es ninguna novedad que Willian José destaque de esta manera. Es uno de los jugadores de LaLiga que mejor ratio presenta en ocasiones creadas: 1,1 cada 90 minutos y 4,2 cada 100 pases. El gancho de Juanmi hizo el resto contra el Levante.

Dar y marcar

Sumaba tres partidos sin celebrar un gol y esa cifra a veces parece un mundo para algunos jugadores. No debería ser en el caso de Santi Mina, en clara línea ascendente desde la llegada de Coudet al Celta. A sus 25 años, su labor traspasa la mera faena de un finalizador al igual que sucede con Willian José. Mina se mueve bien, participa en la conexión de todo el engranaje ofensivo y manifiesta su olfato cada vez que puede para estar en el sitio adecuado. En plena efervescencia de su fútbol, ha intervenido en ocho tantos y 51 secuencias de remate del Celta. Si marca como contra el Alavés, hace cumbre. El desmarque en el gol que hizo es de coleccionista.

Infatigable

El Rayo Vallecano empató en Mestalla, pero no se fue del todo contento. La ambición colectiva que muestran los de Iraola representa a un equipo que no desiste en el empeño. Contra el Valencia tuvo que reaccionar en el segundo tiempo, y bien que lo hizo. Adelantó líneas, apretó con más vehemencia y atacó más y mejor. Desde una mejor presión redefinió sus posibilidades. En este registro hay pocos futbolistas en España con la voluntad y el potencial de Santi Comesaña (25 años). El centrocampista aparece como el jugador de LaLiga que más acciones de presión ejecuta, alcanzando las 340. Nunca deja pensar al rival, hace de cortafuegos y ocupa campo. El Rayo Vallecano de Iraola es la sensación de la competición por él y por muchos otros.