Que el Cádiz no está bien no es un secreto para nadie. Al equipo amarillo no le sale nada de un tiempo a esta parte. Lo que el año pasado funcionaba, en este curso no. Hay que reconocer que ayer ante el Atlético tiene 55 minutos buenos, pero con eso no basta. El Cádiz tiene muchos y diversos males que le están hundiendo en la clasificación poco a poco. Lo cierto es que el no tener un once fijo no ayuda. La temporada pasada la alineación se recitaba prácticamente de memoria, pero este curso la historia es bien distinta (sólo Ledesma y Espino parecen tener el puesto asegurado). Ni el propio Fali, uno de los jugadores más queridos por la afición, juega (lleva tres partidos entrando desde el banquillo).

El Cádiz está abajo por méritos propios. Los amarillos son el equipo que menos disparos entre los tres palos realiza (hoy ha hecho nueve y ninguno ha ido a puerta). En la meta propia los datos tampoco invitan al optimismo. A estas alturas de la temporada llevan 27 goles encajados (el que más de Primera), con una media de 1,8 tantos recibidos por partido. Unos datos esclarecedores que le tienen al borde de los puestos de descenso (mañana podría entrar si el Elche al menos empata con Osasuna). Aunque todo parece negativo a estas alturas, hay tiempo para reponerse. Sólo se han jugado 15 jornadas y nadie mejor que Cervera para reflotar este barco. Eso sí, tiene tarea por delante.