Lo repugnante es el silencio de Bale

La afición del Madrid ha dicho "basta ya" a Gareth Bale y a su irreverente agente. Es inadmisible que el jugador mejor pagado de la plantilla de Ancelotti permita los continuos menosprecios y faltas de respeto de Jonathan Barnett hacia esa afición que ha demostrado una paciencia infinita con las ausencias y las faltas de compromiso del galés. Las peñas son el núcleo duro que engloba el sentimiento más puro de los madridistas y por eso entiendo perfectamente esta nota de la Federación de Peñas de Madrid que refleja el malestar, la irritación y el rechazo que han conseguido generar entre ellos los desplantes de la dichosa pareja: Bale-Barnett.

Lo peor no es que Barnett diga que la afición del Madrid ha sido "repugnante", sino que su millonario representado guarde un silencio aterrador. Ya se sabe que quien calla, otorga. Bale ya demostró el poco respeto que tiene por la afición del Madrid al bailar gozoso y feliz con sus compañeros de la selección de Gales con esa bandera que ponía "Wales. Golf. Madrid. In that order" ('Gales. Golf. Madrid. En ese orden'). Solo aquello debió servir para suspenderle de empleo y sueldo, pero la benevolencia del club no solo no ha sido agradecida por el jugador inexistente (entrena en Valdebebas, juega con Gales), sino que encima ha contado ahora con esta reacción airada de su agente, que ya de por sí merecería una sanción disciplinaria de la entidad y suspender sus relaciones con el tal Barnett. Gareth, sabemos que hay que aguantarte hasta el 30 de junio, pero ojalá no vuelvas a vestir la camiseta del Real Madrid. Lo que a ti y a tu amigo les parece repugnante, para los madridistas es un símbolo de admiración y de adoración. La próxima vez que habléis de la afición del Madrid, lavaos la boca primero.