Que la UEFA sepa quién es el Madrid
El Madrid de Ancelotti ha tenido muy poquitos deslices. Pero uno fue muy sonado y los antimadridistas se solazaron lanzándose a la yugular tras la accidental derrota con el Sheriff de Transnistria en el Bernabéu. Fuimos carne de memes. Solo buscaban solazarse, conscientes de que este Madrid pletórico, armónico y coral de Carletto va a hacer pocas concesiones esta temporada. Esa derrota accidental, insisto, se quiso tomar como el principio de una racha calamitosa. No deje usted que la realidad estropee una teoría insidiosa y artera. En la noche del Sheriff, el Madrid torpedeó la portería del griego Georgios Athanasiadis, que se comportó como un pulpo en 'modo muro'. Hasta paró balones de gol con su rostro...
El equipo de Ancelotti tuvo un fútbol trenzado, vertiginoso y ambicioso en el que los transnistrios jugaron con la soga al cuello. Pero el fútbol tiene estas cosas. No entró nada pese a una treintena de tiros, muchos a quemarropa, y ellos llegaron vivos a la última recta. Ahí irrumpió un tal Sébastien Thill, que hizo el chutazo de su vida poniendo el 1-2 final. Por eso, la tropa de Carlo va aleccionada y no incurrirá en errores basados en un exceso de confianza. Jugamos en Tiraspol, una ciudad de apenas 190.000 habitantes, donde hay que ganar como sea para después rematar al liderato del grupo, el 7 de diciembre, en el Bernabéu ante el Inter. Que la UEFA sepa quién es el Madrid...