Odegaard tiene pájaros en la cabeza

Van Gaal. Hoy hay un Liverpool-Arsenal en la Premier, un partidazo que probablemente Odegaard vea desde el banquillo. Su carrera, cuando está a punto de cumplir 23 años, es fuego de artificio. Todo lo ha hecho al revés. Van Gaal lo explicó bien hace poco: "Debió optar por un Ajax o un PSV para formarse, no por un Real Madrid". Valdría también una Real Sociedad, único sitio donde de verdad brilló. Pero alguien le asesoró mal. Ni es tan bueno como le decían incesantemente ni el Madrid le necesitaba tanto.

Millones. Mientras la Superliga hace encaje de bolillos para rearmarse, la Premier airea su aplastante dominio en el mercado futbolístico actual. La anunciada venta de los derechos televisivos en EE UU por 2.300 millones a la NBC es un mandoble al resto de campeonatos, incapaces de ofrecer un producto tan atractivo como el inglés. La salvación para Madrid, Barça y Juventus, según ellos, es la Superliga. Eso sí, quizá la competencia directa en esta guerra no sea la UEFA… sino la Premier.

Nadie. Nadie imaginaba que una potencia como Alemania sería el país más polémico en la relación fútbol-vacunas. Ya es conocida la presión del gobierno –sin éxito– para que una estrella como Kimmich decida vacunarse. También ha salido a la luz una investigación del Werder Bremen a su técnico, Markus Anfang, por supuestamente falsificar el certificado COVID. Y todo esto ocurre cuando al exjugador del Schalke Hianick Kamba le han condenado a 46 meses de cárcel por fingir su propia muerte. ¿De película, no?

Al otro lado del charco. Al otro lado del charco hay que hablar de la gesta de Canadá. En un estadio de Edmonton completamente nevado se impuso esta semana a México y dio un paso de gigante hacia el Mundial. Los David, Davies, Larin, Buchanan y compañía lideran el grupo de la CONCACAF por delante de mexicanos y estadounidenses. No sólo eso, también han alcanzado el puesto 40 del ránking FIFA, el más alto de su historia. El país del hockey es ya el país del fútbol.

Hoy descubrimos a… Gavin Bazunu (2002). No es habitual ver a porteros tan jóvenes al máximo nivel, pero lo suyo como titular de Irlanda en el partido ante Portugal (0-0) fue una exhibición. Con él empezó la debacle portuguesa rumbo a Qatar. Pertenece al City, está cedido en el Portsmouth y es un auténtico gato. Tiene origen nigeriano, pero nació y se crió en el suburbio de Firhouse, en Dublín. Porterazo a la vista.