El golpe sobre la mesa… en Almería
Llega el Real Valladolid al partido frente al Almería en un presumible buen momento, y digo lo de presumible porque cuando el equipo es capaz de avanzar dos pasos, en el momento menos esperado tropezamos y damos uno para atrás. Cuatro victorias en los últimos cinco partidos han terminado por situar al Pucela muy cerca de dónde se preveía al principio de temporada debiera estar el equipo. Pero todavía echando la vista atrás escuece la tragicomedia de Amorebieta, la afrenta de Burgos, o el desgraciado accidente frente al Ibiza, y claro, eso es lo que le obliga al Real Valladolid a dar golpes sobre la mesa frente a los rivales de más entidad. Éibar, Sporting… no se le han dado mal este tipo de partidos.
No soy de los que piensa que este partido sea trascendental para la suerte del ascenso, ni mucho menos. El Almería está en la ola buena, pero estoy seguro que le llegará su momento de dificultad, aunque es cierto que el granero de puntos que está acumulando le va a permitir vivir menos ahogado cuando le vengan mal dadas. Tampoco debemos olvidar que suben dos equipos de forma directa. Aún con todo, por encima del resultado, me preocupa más la imagen que pueda ofrecer el equipo. Si el Real Valladolid es capaz de hacer un partido serio, equilibrado, y no traiciona a sus principios de querer ser protagonista y valiente, no debería preocuparnos el no poner la pica en el estadio de los Juegos del Mediterráneo. Es importante el proceso y el camino tal como dice el míster.
Aun habiendo sacado los dos últimos partidos adelante con solvencia, el Real Valladolid necesita un partido de confirmación como éste para constatar que está dispuesto a luchar por el ascenso directo. El regreso de los internacionales es una buena noticia para Pacheta, pero también lo fue que a éstos no se les echó de menos en el último partido. Cristo se reivindicó, Toni no falló, Alcaraz respondió y solo Javi Sánchez estuvo por debajo del nivel que hoy en día está demostrando El Yamiq.
Después de media hora de juego brillante ante el Mirandés, y de una plácida victoria ante el Fuenlabrada, llega un rival con galones y autoridad… el golpe sobre la mesa, en Almería.