Grecia: entre la prudencia y la necesidad

Cruyffista en la teoría, pragmático en la práctica. Los vínculos del actual seleccionador griego con Johan Cruyff son públicos: fue la leyenda azulgrana quien recomendó su fichaje como entrenador del Chivas de Guadalajara. Sin embargo, una cosa es lo que a John van’t Schip le gustaría que hicieran sus equipos y otra muy distinta es el abanico de recursos de los que dispone. Ya vimos en el partido de ida ante España que Grecia jugó replegada, acumulando muchos hombres cerca de su portero y apostando claramente por el contragolpe. Con respecto a aquel encuentro -que acabó con un sorprendente 1-1-, el cuadro heleno ha modificado su estructura: ahora juega con tres centrales y dos carrileros, dibujando un 5-3-2 bastante claro. La localía no debería modificar su idea: cederá el dominio territorial y la posesión al conjunto de Luis Enrique y buscará hacer daño en las transiciones con Pavlidis y Masouras, sus dos hombres más adelantados.

Bajas en defensa. Van’t Schip va a tener problemas para formar una línea de tres centrales por la sanción de Chatzidiakos y la lesión de Mavropanos. Como ya hiciera en Suecia, es probable que readapte a Tsimikas, el lateral zurdo del Liverpool, y lo sitúe en el sector izquierdo del eje de la zaga, dándole el carril a Giannoulis. Las otras dos plazas deberían ser para Tzavellas y para un Goutas que debutaría con la absoluta tras haber destacado en los últimos meses en el Sivasspor turco.

La ausencia de Bakasetas, clave. Grecia llega al partido sin su mejor jugador. Bakasetas, un media punta zurdo de gran golpeo de balón, no podrá participar en el choque: está sancionado y, además, también se lesionó en el último partido del Trabzonspor. Su temporada está siendo un espectáculo: es el actual máximo goleador de la liga turca y lidera a un equipo que encabeza la tabla con siete puntos de ventaja y que camina hacia un título que sería histórico. Lo sustituirá Petros Mantalos, otro futbolista con bastante desequilibrio en tres cuartos y que lleva siete temporadas siendo el principal estandarte del AEK de Atenas.

Por fin encontró un nueve. La posición de delantero centro ha generado bastantes problemas a los responsables técnicos helenos en los últimos tiempos, por lo que no es extraño que un teórico extremo como Masouras esté ocupando una de las dos posiciones de ataque. La otra, la del punta más de referencia, está siendo últimamente para el prometedor Vangelis Pavlidis. Este ariete de 22 años, un contundente rematador al primer toque, firmó el pasado verano por el AZ Alkmaar tras completar dos muy buenas temporadas en el Willem II.

Última oportunidad. La derrota en Suecia (2-0), bastante cruel teniendo en cuenta que Grecia tiró dos veces a los palos con 0-0, deja al combinado de Van’t Schip sin margen de error. Necesita los seis puntos en sus dos compromisos como local de esta semana ante España y Kosovo para tener alguna opción de acudir al Mundial. El empate ante los de Luis Enrique les elimina matemáticamente, por lo que podrían arriesgar más de lo que es habitual en el segundo tiempo en función del marcador.