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Promesas que no valen nada

Lágrimas en la lluvia, así se conoce al monólogo que el replicante Roy Batty interpreta al final de Blade Runner. Un discurso que el actor holandés Rutger Hauer decidió acortar y mejorar justo la noche antes de la filmación. "He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia". Hauer incorporó, entre otras cosas, ese "como lágrimas en la lluvia", frase convertida a la postre en una de las que cinematográficamente más influencia han ejercido sobre la música posterior. No menos de medio centenar de canciones se han grabado con esa metáfora. Entre ellas, una que aquí en España suena mucho y muy bien: Promesas que no valen nada, de Los Piratas.

Pues sí, las promesas de favoritismo no valen nada en estos duelos para chiflados, partidos sin itinerario en los que cualquier secundario/replicante puede cambiar el guión y convertirlo en maravilloso (para su equipo). Yo mismo he visto derbis que vosotros no creeríais. Un Sevilla desahuciado empatar 3-3 con dos goles en el descuento ante el mejor Betis de los 90; un Betis que luego enfilaría también la Segunda División tomar el Sánchez Pizjuán (1-2) en 2009, con nada menos que Luis Fabiano y Kanouté enfrente; o a los verdiblancos que bajaron en 2014 con 25 puntos ganar la ida de octavos de Europa League en Nervión (0-2) y que pocos días después decidiera la tanda para el Sevilla en la vuelta de Heliópolis. Todos esos derbis se perdieron, no existirán para casi nadie esta noche a eso de las 23:00. Como lágrimas en la lluvia.