Simeone, en busca del Santo Grial
En el diccionario del Cholo siempre estuvo la R antes que la P. Sus Repliegues estuvieron antes que la Presión. Jugar en campo propio bien estrecho y juntitos, agazapados esperando la impaciencia del rival eran sus señas de identidad durante ocho años.
Su abecedario ya mutó la temporada pasada, acampando más tiempo en campo contrario, la llegada de Suárez le empujó a ello, y los rojiblancos consiguieron la Liga con una primera vuelta de ensueño. El Cholo que sigue con la misma idea, ha dado un paso todavía más adelante con la llegada de Griezmann, la cantidad de talento de medio campo hacia arriba (jamás tuvo tanta) hace que esté buscando el equilibrio para darles rienda suelta. De nuevo ante el Levante puso al tridente, convirtiéndose el equipo en momentos determinados en un 1-5-2-3, bien con balón pero frágil sin él.
Cualquier pérdida eran una arritmia en el corazón del aficionado rojiblanco. Trippier y Carrasco, descolgados arriba, hacían que Herrera, Koke, Felipe y Hermoso sufrieran a la hora de bascular a sus costados. Son jugadores que padecen mucho en las transiciones del rival y ya en el minuto 25 los centrales estaban condicionados con sus amonestaciones. Le queda curro al Cholo a la hora de buscar su Santo Grial, su deseado equilibrio, algo que sí me dio la sensación (y creo que a Koke también) se consiguió con la entrada de Rodrigo de Paul, para mí a día de hoy imprescindible, y la de Lodi.
Todo empezó a fluir mejor y a compensar al equipo, la línea de cuatro hacía que no hubiese distancias entre ellos, dificultando las salidas de un Levante que ya no encontraba pases sin oposición ni metros para correr. El Cholo un obsesivo del equilibrio, y consciente de que pidió a Griezmann después del fichaje de Cunha, más el despertar de João Félix, tiene algo que tanto le gusta, TRABAJO para seguir buscando el Santo Grial de los entrenadores, el ansiado equilibrio.