Sergio Busquets y el gol de Alaba
Pero el gol del Madrid fue un jugadón. Lo inicia Alaba quitándole el balón a Memphis y enviándolo a Vinicius junto a la banda; este quiebra a Mingueza y cambia a la derecha, en un gran pase de zurda, a Rodrygo, lanzado ya en el campo del Barça; mientras, Alaba, arrastrado en un arrebato por su naturaleza de lateral, ha alcanzado también el campo contrario perseguido tibiamente por Memphis, que desiste en la línea central; a su vez Benzema se abre desde el centro hacia la derecha, arrastrando a Eric Garcia y Piqué; Rodrygo devuelve el balón en pase perfecto de derecha a izquierda para que Alaba culmine con, ahora sí, un chut perfecto.
Un gol rápido y limpio fabricado por cuatro jugadores, uno con un movimiento sin balón, y los otros con toques perfectos e intencionados. No es tiqui-taca, pero es fútbol del caro. Preciso y difícil de ejecutar por su rapidez y por la amplitud de los espacios manejados por los cuatro. Un perfecto contraataque. Me ha gustado mucho el tiqui-taca, aun en su versión más manierista, por lo que tiene de manejo colectivo y porque desengancha al rival del juego. Pero no se puede pensar que es la única manera de jugar bien al fútbol. Escuchando a Busquets pensé que aún vive en esa añoranza… y eso que ya hace tiempo que faltan Xavi e Iniesta.