Un empate que vale para poco
La igualdad presidió la primera parte en Montilivi, igualdad por lo bajo. Dominio alterno, pero sin atrevimiento en ninguno de los dos equipos. Los dos nadaron y guardaron la ropa, por temor a un error fatal. A un centro chut de Álex Baena que se paseó por la portería de Cristian Álvarez, respondió Adrián con un cabezazo marca de la casa que se fue rozando el poste. No hubo mucho más, salvo dos goles correctamente anulados al Girona, el segundo al filo del descanso, VAR mediante.
El Zaragoza volvió algo mejor del descanso, más activo y decidido, y obtuvo premio a veinte minutos del final, cuando el argentino Vada, recién salido al campo por Adrián, culminó de un zurdazo un gran pase de Fran Gámez y firmó su cuarto gol del campeonato. Pero en este Zaragoza las alegrías duran muy poco y cuando el partido agonizaba, Stuani puso las tablas en el marcador y enfrió de golpe lo que pudo ser una buena alegría. Y lo peor es que acabó lesionado Vada.