La recuperación pasa por El Toralín

Hacer las cosas bien en Ponferrada servirá para ratificar la recuperación esgrimida ante el Alcorcón. Fallar en el segundo derby de la temporada significará dar un gran paso atrás y volver a las andadas. No parece partido para términos medios. Anima mucho la moral alta que tiene Pacheta y que sirve para alentar a la tropa. La semana ha sido buena con el colofón del gran respaldo de Weissman a su entrenador mientras dejaba muy clara su implicación en el club y en la ciudad. Es como si la victoria del domingo hubiera servido de rampa de lanzamiento, de un antes y un después, pero insisto, hay que ratificarlo mañana. La recuperación pasa por El Toralín.

Ante un rival que tiene mucho mérito. Buena gestión de muchos años y seriedad a la hora de planificar. No gastando más de lo que se puede. Dando con un técnico que exprime al máximo el limón. No va a ser un partido nada cómodo. Alcorcón, Girona, Almería y Málaga ya saben lo que es marcharse de vacío dela capital berciana.

No creo que cambie muchas cosas mañana el técnico. Cuando algo funciona, no se toca, aunque el rival no será el mismo ni la dificultad del partido tampoco. A todos no apetece volver a ver a ese Valladolid mandón, que juega en campo rival, que se siente dominador y que es capaz de llegar con continuidad y peligro al área rival. Y todo ello ante el respaldo de aficionados vallisoletanos que, por primera vez en muchos meses, vuelven a viajar acompañando al equipo lejos de Valladolid. Esa sí es una gran noticia, el hecho de que vamos recuperando el ritmo habitual de las cosas y la normalidad. Eso sí, con la cautela debida ya que el riesgo sigue ahí. Es necesario que se respeten las normas a la vez que se disfruta del fútbol. La cosa parece simple de entender.

Es una buena noche, la de mañana, para olvidar muchas cosas. Los meses de pandemia, las gradas vacías, los domingos sin fútbol. Espero que la experiencia vivida sirva para que veamos el fútbol como algo que sirve para disfrutar y olvidar los problemas del día a día durante dos horas y no para generar más tensión. Lo vivido debe servir para valorar mucho más el hecho de acudir a un estadio, para erradicar los conflictos innecesarios. Esto es un deporte.