Confianza en Vini y en Ancelotti
Después del tiroteo estéril que protagonizó el Madrid ante la amurallada portería del Sheriff moldavo, noto cierto derrotismo que me resulta ventajista porque se basa sólo en el resultado final. Si hace una semana estábamos todos de acuerdo en que el proyecto de Ancelotti olía bien por sus cuatro costados y que Vinicius era uno de los estandartes y abanderados de ese sugerente Madrid de veteranos y noveles, no puede ser que ahora se ponga todo patas arriba y en duda por una noche aciaga ante el gol. Sigo creyendo que Ancelotti es el entrenador ideal para consumar la difícil transición de la era postZidane. Cualquier otro entrenador llegado para suplir al marsellés hubiese sido devorado por la leyenda y por un palmarés inigualable.
Carletto es un compendio de sabiduría futbolística y de inteligencia emocional para llevar un vestuario. Eso no significa que en ocasiones no pueda tomar decisiones que no salgan como él ha calculado. Lo fácil es decir que con los cuatro cambios que hizo de golpe tras el 1-1 organizó un desbarajuste táctico que terminó en derrota. Pero si llega a entrar alguna de las ocasiones de gol que su equipo tuvo cuando las tablas permanecían en el score, estaríamos ensalzando al italiano por su valentía en la pizarra. Y con Vini, más de lo mismo. Con los dos, al fin del mundo.