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El Milan de Stefano Pioli disfruta después de años de pesadillas

Stefano Pioli llegó a estar discutidísimo, pero acabó construyendo un bloque estable con mucha movilidad en ataque. Brahim descansó para estar listo hoy.

Euforia tras la travesía

Aunque el Milan perdió en su regreso a la Champions por 3-2 en Anfield y el encuentro ante el Atlético es fundamental para mantener opciones de clasificación para los octavos de final, en el entorno rossonero no se vive el choque con dramatismo: se festeja volver a disputar finales de este tipo y más viendo el rendimiento del equipo en la Serie A, donde se encuentra segundo a dos puntos del Nápoles y ocho por encima de la Juventus. La presencia en la plantilla de varios jóvenes prometedores (Brahim, Rafael Leao, Daniel Maldini, Saelemaekers o Kalulu) también ha contribuido a generar un estado de ánimo de gran optimismo de cara al futuro. La gran depresión provocada por las siete temporadas consecutivas sin participar en la Champions League ha quedado atrás.

Pioli está asentadísimo

Durante el parón del fútbol debido a la pandemia en la primavera del 2020, se publicaron muchas informaciones que daban por hecho que el alemán Ralf Rangnick iba a llegar al Milan en un rol que mezclaría las funciones de entrenador y director deportivo. Stefano Pioli, que entonces ya ocupaba el banquillo, parecía estar sentenciado, y su nombre iba a engordar la lista de víctimas de una silla caliente que trituraba a todos los técnicos que se sentaban en ella. Sin embargo, cuando se reanudó la competición el Milan logró encadenar diez partidos seguidos sin perder ganando siete de ellos -ante rivales de la entidad de la Juventus, la Roma o la Lazio-, lo que provocó que se abandonaran los planes de contratar a Rangnick y se le ofreciera a Pioli la renovación por dos temporadas. Un año y medio después, aquella decisión se ha revelado como un acierto total, y ya nadie discute al preparador nacido en la Emilia-Romagna.

Un ataque dinámico

La baja de Zlatan Ibrahimovic resta genialidad a la delantera del Milan, pero el cuarteto ofensivo que formará contra el Atlético posee una movilidad capaz de generar problemas a cualquier zaga. Con Giroud recuperado, el francés debería ejercer de nueve para fijar a los centrales y permitir que los hombres de segunda línea tengan una mayor libertad. En ese rol está destacando Brahim Díaz, que fue reservado de inicio ante el Spezia (jugó Daniel Maldini en su lugar y marcó un gran gol) pero que acabó ingresando para anotar el tanto de la victoria. Rebic y Rafael Leao se jugarán la plaza en la izquierda para tirar diagonales hacia dentro y liberar el carril para las incorporaciones de Theo Hernández. En la derecha, Saelemaekers, que es más trabajador, podría aportar una mezcla de profundidad hacia arriba y capacidad física para perseguir a Carrasco.

Recuperaciones atrás

Salvo sorpresa de última hora, Pioli podrá contar con el lateral derecho Calabria y con el central Simon Kjaer, que está a un nivel muy superior al que mostró en el Sevilla. De este modo, y tras varias semanas sin poder alinearla, el técnico podrá formar con la zaga titular. Por delante, Kessié es fijo, y se juegan el otro puesto el más talentoso Tonali o el más posicional Bennacer. En la portería, el francés Mike Maignan, firmado del Lille tras ganar la liga francesa, está consiguiendo que no se eche de menos a Donnarumma.