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El tren del ascenso va tomando velocidad

Séptimo partido de Liga mañana en Zorrilla ante el Alcorcón. Sin convencer con un gran juego el Real Valladolid empezó bien sumando 7 de 9. Después tres derrotas consecutivas, Burgos y Tenerife con muy mala imagen y la última injusta ya que en Girona lo razonable hubiera sido el empate sin goles. Conclusión, dudas y 7 puntos de 18, mal balance. Mientras tanto han comenzado muy fuertes equipos como el Almería de Rubi, candidato firme, la sorprendente Ponferradina, el Sporting, y van mejorando tras un inicio titubeante Eibar y Huesca, otros dos favoritos para el ascenso. Todos van cogiendo o han cogido ya velocidad de crucero. El tren del ascenso va rápido y si los de Pacheta quieren subirse no pueden seguir desaprovechando ocasiones de puntuar. Como el tren se escape va a ser muy difícil luego volver a subirse a él. Cuando finalice mañana el partido se habrá jugado ya una sexta parte de la competición. De acuerdo, queda mucho camino por recorrer, pero es significativo y empieza a indicar bastantes cosas.

El Real Valladolid debe centrarse. Entre lesiones y dudas con el sistema el equipo no juega bien y todo el mundo anda un poco despistado. Todo apunta a que, por lo visto a lo largo de la semana, Pacheta va a jugar mañana con cuatro atrás. Seguramente las circunstancias le van a obligar a hacer algo que no pensaba pero que desde mi punto de vista el equipo necesita, jugar con cuatro defensas y poner extremos por delante. El sistema de cinco defensas funciona si se ejecuta bien, si los laterales llegan arriba sorprendiendo, si el equipo negocia bien las transiciones tras perdida. El Valladolid no ha sabido desarrollar bien esa forma de jugar y puede ser bueno el cambio. Mañana lo veremos.

Y no será un partido fácil para el Real Valladolid, para nada. Confianzas cero, necesidad de puntuar y de poner toda la intensidad, máxima. Una victoria daría calma, tranquilidad, confianza en la nueva forma de jugar y no descolgaría al equipo del objetivo en la tabla. Una derrota o un muy mal partido sería una pésima noticia que añadiría carbón a la lumbre.

Y mientras todo esto pasa en Valladolid, en Lisboa triunfa Pedro Porro. Con portadas a nivel nacional, jugando la Champions, marcando goles decisivos y rindiendo a un gran nivel. El mismo Pedro Porro que a Sergio no le valía porque no sabía defender. Posiblemente fue Sergio quien no supo encontrar un lugar en el equipo a un jugador que brilló en Girona y ahora lo hace en Portugal. El problema fue más de Sergio que de Porro. Incluso Luis Enrique le llamó. Aquí no valía, como De Frutos y como tantos que no llegaron ni a venir porque el entrenador no quiso. Errores pasados que ahora se pagan con creces. La penitencia de volver a estar en Segunda por deméritos propios.