El Villarreal examina el arsenal ofensivo del Madrid
Estado del Villarreal. Llega el Submarino amarillo al estadio Santiago Bernabéu con menos puntos de los deseados y, seguramente, con menos puntos de los que merece en los encuentros que llevamos disputados. Los de Unai Emery tienen una ausencia fundamental, una de esas que condicionan todo el engranaje del equipo, como es la de Gerard Moreno. La influencia del internacional español es total en el juego ofensivo de los castellonenses hasta el punto de que, con su baja, el técnico vasco ha cambiado el sistema en los dos últimos partidos pasando del 1-4-4-2 al 1-4-3-3.
Escasa puntería. Supongo que también habrá influido el hecho de no haber tenido acierto sobre las porterías rivales hasta el partido del Elche. Desde su llegada a Villarreal, Emery ha apostado por ser dominador, por arriesgar en los inicios de juego (faceta que sus discípulos manejan casi a la perfección), por la elaboración y por la riqueza del juego interior. La progresión de sus ataques por dentro en relación a los que terminan en centro por las bandas es menor en comparación con la mayoría de equipos de LaLiga Santander.
Clave táctica. Para jugar por dentro, primero debes tener la situación muy trabajada con diferentes alturas y soluciones constantes para los problemas que te plantea el rival y segundo, debes tener al futbolista con buen pie y convencido. A partir de superar determinadas líneas de presión es cuando aceleran el juego y buscan la profundidad de sus delanteros con asiduidad, misión a la que los recientes fichajes del holandés Danjuma y del franco-senegalés Boulaye Dia se han adaptado como un guante.
Faceta defensiva. En cuanto a la fase defensiva hay un cambio sustancial en la altura del bloque. En la campaña 2020-21, el Villarreal buscaba más un repliegue, digamos en bloque medio-bajo, donde juntarse, presionar y robar para atacar rápido y vertical; alternando esto con fases de dominio. En la temporada actual el bloque del equipo ha pasado a medio-alto, siendo más agresivo a la hora de buscar al oponente en su propio campo. Esto lo ha llevado a cabo sin que la fiabilidad defensiva se resienta.
Competitividad. Más allá de los empates del inicio liguero hablamos de un equipo super competitivo, muy bien entrenado, que pondrá a prueba la tormenta ofensiva que están siendo los de Carlo Ancelotti (10 goles marcados en casa en tan sólo dos encuentros, ante Celta y Mallorca) en este comienzo de la campaña 2021-22.