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La clase perdida: James, Thiago, Hazard...

A Qatar. Hay un vacío generacional de estrellas en el fútbol. Si se fijan, de los Messi y Cristiano estamos pasando directamente a los Mbappé y Haaland. Se refleja perfectamente en el Balón de Oro. Ni siquiera el jugador-puente Neymar (1992) ha sido capaz de conquistarlo. Especial mención merece la quinta del 91: James, Griezmann, Hazard, Oscar, Thiago… De niños prodigio han pasado a treintañeros del montón. Su aroma a decepción es absoluta. Con 30 años James ha acabado en Qatar. No les digo más.

A lo suyo. Esta semana Lewandowski recibió la Bota de Oro en un acto que ha trascendido poco más allá de Alemania. El Bayern es un coloso en su país, pero le cuesta estar a la vanguardia mediática en Europa en comparación con la Premier, el PSG o nuestros dos gigantes Madrid-Barça. El triunfo de Lewandowski es una muestra de que en el fútbol se evoluciona cada día. Comenzó como extremo en el Lech Poznan, pasó a nueve de área en el Dortmund y ha terminado como delantero total en el Bayern. Poco se le reconocen sus méritos.

Vendido. El Genoa, el club más antiguo del fútbol italiano, acaba de ser vendido por 150 millones al grupo norteamericano 777Partners. Para que se hagan una idea, adquirir una entidad centenaria cuesta menos que fichar a Mbappé. Los 33 millones de deuda que acumulaba han obligado a su anterior propietario, Enrico Preziosi, a desprenderse de él. Es el sexto club de la Serie A en pasar a manos de propietarios norteamericanos. Lo que comenzó como un caso aislado es ya una tendencia: EE UU trae el dinero que en Europa escasea.

Al otro lado del charco. Al otro lado del charco hay que hablar de la pesadilla de Maximiliano Fornari. Este futbolista argentino brilló en Segunda división con Atlético Güemes y llegó a un acuerdo para recalar en verano en el Apollon Larissa. Pues bien, cuando pisó Grecia se rompió el pacto y sus representantes le dejaron tirado. Desde entonces duerme en un banco de la ciudad a la espera de la plata que lo saque de allí. Un futbolista convertido en vagabundo. Insólito y duro.

Hoy descubrimos a… Cole Palmer (2002). Golazo con el City en la Carabao Cup y sensación de que con Guardiola puede convertirse en una superestrella. Ofrece infinidad de variantes tácticas. Puede ser interior, enganche o falso nueve. Tiene físico, calidad en la zurda y gol. Una delicia para cualquier técnico, especialmente Pep.