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Con más oportunidades que El Platanito

Después del espejismo de Mendizorroza, Hazard y Bale han vuelto a pinchar el globo y a desesperar al personal madridista. Con Vinicius como una moto y Mbappé cocinándose, es cuestión de tiempo que los dos pasen a tener un papel residual durante la temporada. Bale ya ha demostrado que del Madrid no se va ni con agua caliente, mientras que todos los equipos que preguntan por Hazard se asustan al conocer la pasta que cobra el ex del Chelsea. Por mucho que Ancelotti se empeñe en intentar taparlos en cada comparecencia pública, al final el tapete pone a cada uno en su sitio y ninguno de los dos justifican nombre ni sueldo.

Y lo que es peor, a ninguno de los dos se les nota especialmente incómodos con la situación. Deambulan por los partidos sin demasiado esfuerzo y, cuando les toca banquillo, tampoco sacan el carácter rebelde que se les supone. Se han acomodado a una vida fácil, a una cuenta corriente abundante y a cubrir el expediente cada vez que el entrenador les da una oportunidad. En un año en el que el club no va sobrado de calidad, podrían haberse puesto otra vez en órbita pero el arranque de la temporada les ha confirmado como dos futbolistas del montón. Aún queda todo el año por delante, pero viendo su actitud y su poca intención de cambiar su situación, da la sensación de que van a seguir siendo dos futbolistas multimillonarios pero intrascendentes. Una pena.